También vimos que la factibilidad de aplicar fertilizantes, y la cantidad a aplicar, depende de la relación insumo/ producto, ya que el agricultor espera obtener un ingreso neto adicional por aplicar fertilizantes, al igual que cualquier otro insumo, caso contrario se abstendrá de hacerlo.
El otro factor a tener en cuenta, es que ante un contexto inestable, como los últimos 50 años de la Argentina, un insumo caro, y que tiene importancia dentro del costo total como es el fertilizante, le agrega incertidumbre a la ecuación económica, en esas condicones el que menos invierte es el que menos chances tiene de fundirse. Esto recién se revirtió cuando existió la percepción (errada) de que la economía entraba en un período de estabilidad.
En el gráfico vemos el consumo de fertilizantes en la Argentina en los últimos 25 años. Si comparamos con este gráfico(kg de trigo para comprar un kg de urea), muestra que el momento en que se rompe el "maleficio" de la no utilización de fertilizantes en la agricultura argentina es el momento en que la relación insumo-producto llega a un mínimo.
Lo interesante es que a ese mínimo de costo relativo de urea se llegó por dos factores 1) La eliminación de las retenciones 2) La rebaja a los altísimos derechos de importación de urea. Contradiciendo lo que uno podría suponer, esta rebaja de aranceles significó a la larga (una vez que aumentó al consumo) que se instalara en la Argentina una enorme fábrica de ese fertilizante (Profertil) .
En el gráfico de abajo, vemos las relaciones de precios insumo-producto en Argentina y en Estados Unidos, principal exportador mundial de maíz. Siempre a ellos les sale más barato, lo que es una ventaja competitiva muy importante. Si miramos atentamente vamos aver que es en el período sin retenciones cuando las relaciones se acecan más. No es de extrañar entonces que en ese momento haya reaccionado el consumo de fertilizantes en la Argentina. En ese momento, no hubo diferencia en la relación maíz/urea en los dos países, los fertilizantes fosfatados llegaron a su mínima brecha, pero nunca se equipararon porque alla son fuertes productores y hay menos fletes.
El siguiente gráfico muestra la evolución de la fertilización quimica en un grupo seleccionado de paises(aclaro que es el consumo total de fertilizantes dividido por la superficie con cultivos y plantaciones, lo que sobreestima la dosis en países que fertilizan fuerte sus prederas para ganadería):
La difusión mundial de la fertilización química, que era escasa antes de la segunda guerra, tuvo dos oleadas de adopción, una en la postguerra(que no figura en el gráfico porque arranca en 1960), y la segunda, que abarca varios países que se habían quedado afuera de la primera (como Mexico o la India), en la década del 70 con la "revolución verde". Argentina se quedó afuera de las dos olas. Hacia fines de los 70 se nota como en los países más desarrollados, con mayor o menor grado de subsidios a los granos y carnes, se llega a un techo en la cantidad aplicada, y en algunos casos declina como consecuencia de problemas ambientales (nitratos en agua de consumo humano), o disminución de los subsidios.
Vemos que los países que exportan sin subsidios, como Canada o Australia, consumen menos que el resto, pero que igual consumen el doble que nosotros.
También el aumento monumental del consumo en China, en su esfuerzo por alimentar a su población, pero teniendo en cuenta que las posibilidades por esta vía ya estan agotadas, por saturación de la respuesta, y porque un consumo tan alto trae problemas ambientales.
Atando cabos, cuando uno ve el grafico anterior, lee este trabajo que dice que para hacer sutentable la producción actual habría que duplicar el consumo de fertilizantes, y que con un poco más llegaríamos a 120 millones de tn de producción, o toma en cuenta los nutrientes que estamos exportando en exceso a la reposición, no puede más que alarmarse ante la caída de 20 a 30% del consumo de fertilizantes este año.
Los incremento de producción de los últomos 15 años, que han sido bastante constantes, ha inducido de nuevo al viejo error de que la producción agropecuaria es insensible al estímulo de precio. Así que como la salida del estancamiento de décadas que supuso la eliminación de las retenciones en el 91 desmintió esa leyenda para mejor, hay signos de que la situación actual puede volver a desmentir esa leyenda, pero con una reversión de la tendencia positiva. Las técnicas de producción tiene inercia para ser cambiadas, pero cambian. espero que no empiecen a cambiar para peor.