domingo, diciembre 20, 2015

Fin de las retenciones 3) Los precios internos

De la falacia de la influencia de las retenciones en los precios internos ya me ocupé hace casi 8 años, pero vale la pena refrescar conceptos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que nosotros no comemos materias primas, comemos productos terminados que compramos en las tiendas. Esos productos tiene incorporados diferentes procesos industriales, fletes, márgenes de intermediación, gastos de marketing y distribución etc.
Siempre pongo el ejemplo del trigo: Para hacer un kg de pan se usa menos de un kg de trigo. La quita de retenciones(un 23%) implica un aumento de 0,04 dólares el kg de trigo al productor. O sea 60 centavos al dolar actual. Le podemos agregar el fin de los ROES , tal vez otros 50 centavos, y podemos sacar la conclusión de que la influencia en el costo del pan es un peso por kilo. La devaluación puede implicar un aumento más consistente, no por el efecto en el trigo (ochenta centavos más), sino sobre los otros insumos (levadura, embalaje, sal, bromato, etc). Pero en lo que respecta al trigo, todo aumento que exceda 1,70 pesos, se debe a causas ajenas al trigo, y menos de la mitad de eso a las retenciones en si mismas. Es matemático.
Otro tema a considerar, es que el cese de retenciones fue precedido por una baja en los precios internacionales en los últimos dos años. Esa baja fue de alrededor del 50%, así que los precios internos en dólares, después de quitar las retenciones, son menores a los vigentes en 2013, por ejemplo, no son precios record ni mucho menos.
Es una lástima que se hayan mezclado los dos aumentos, por cese de retenciones y por devaluación, así que los analistas de mala leche le pueden echar la culpa de aumentos a uno o a otro,( sin hacer ningún análisis), según les resulte más conveniente a su argumento.
Otros productos, como los aceites, tienen una incidencia menor en el costo de vida (0,5%).
El caso de la carne, que prácticamente no tiene exportación (5% o menos en 2015), es diferente, ya me ocuparé del tema en un post más adelante, pero puede adelantar que el aumento se ha debido por una disminución de la oferta total, no a un aumento de exportaciones, y que esa baja en la oferta obedece exclusivamente a la voluntad de los ganaderos de aumentar la producción, con el fin de generar más oferta en el futuro.
Y vuelvo al argumento que expuse acá hace 8 años, el consumidor argentino tiene el enorme privilegio de que sus "bienes salarios" se fabrican en algunos casos con materias primas exportables, eso garantiza que sean las más baratas del mundo, aunque el bien terminado que consume generalmente no lo sea.


martes, diciembre 15, 2015

Fin de las retenciones 2) El tipo de cambio y las retenciones

Siempre me pareció muy negativo la existencia de las retenciones a las exportaciones, porque el dolar alto se termina planchando, lo mismo que cuando los precios internacionales suben circunstancialmente. Ya nos referimos a eso en el post anterior
En es caso de este fin de año, a la justa quita de las retenciones también se agrega un casi seguro reacomodamiento del tipo de cambio que refleje el descontrol monetario de los últimos 2 años (o más)
La quita de retenciones significa una mejora en la rentabilidad de los cultivos. La subida del dolar representa otra cosa, es un cambio significativo en la secuencia de esta campaña que arrancó en rojo. Los productores se endeudaron en pesos (con mayor o menor tasa de interés)para sembrar esta campaña que anticipaba márgenes negativos, esperanzados en lo que finalmente va a suceder, una devaluación del peso. La consecuencia es que los cheques que adornan todos los comercios y compañías proveedoras se van a terminar pagando, ya que las tarjetas agropecuarias (los bancos cobran primero) van a dejar un saldo positivo en la cuenta para atajar esos cheques. No va a llegar la sangre al río. El año que viene comprobarán que los costos han subido de la mano del dolar, pero es futuro, esta campaña esta salvada, solo por eso.
Los productores que han hecho opciones más conservadoras (como sembrar menos o no sembrar), los que ya se habían ido del negocio, o los que tienen una reserva para una inversión, estan todos posicionados en producto, básicamente soja. No hago conjeturas sobre cuanto hay. Ellos seguramente van a empezar a vender estos días, una vez que todo se haya estabilizado, sobre todo la situación cambiaria. Nadie va a vender a 9,70 si en unos días va a estar a 13 o 14, según dicen los analistas.
Hace unos días circuló una versión (lo que declare Echegaray no puede calificarse distinto) de que había 11.000 millones de dólares en granos, de los cuales la mitad eran 9,5 millones de tn de trigo, y 21,5 millones de tn de maíz (el resto soja). Para mí es falso. Cuesta creer que, con la necesidad angustiante de dólares de los últimos meses, la exportación de estos dos cereales estuviese cerrada como estuvo, si hubiera stocks tan altos para exportar. Salvo que Echegaray le hubiese ocultado el dato a Kicilof. Pero no hagamos fantasías, probablemente quede un 20% de esa cifra esperando que se abran finalmente las exportaciones y desaparezca la necesidad de los malditos ROEs. Soja es otra cosa.
Lo importante es que cuando los efectos de esta devaluación se hayan disipado, como ocurre tarde o temprano, lo que va a hacer la diferencia es que han quitado, y seguirán quitando lo que falta(soja), las retenciones a las exportaciones que tanto mal han hecho.

Fin de las retenciones 1) Efectos sobre producción

Cuando abrí este blog hace 9 años, en noviembre de 2006, mi principal propósito era desmitificar algunas supuestas justificaciones de esas medidas. En ese momento los productores estaban tan encandilados por el dolar alto, que perdían de vista el efecto a largo plazo de esta gabela tan distorsiva y discriminatoria; en esa época las retenciones eran de 20-23% para todos los cultivos.
Es emocionante ver ahora que la tendencia cambió: Las de soja las van a rebajar de 35 a 30% (con la promesa de que van a sacar 5 puntos anuales). El resto (trigo, maíz, sorgo, girasol, cebada, productos regionales) DE-SA-PA-RE-CEN

El efecto inmediato de sacar las retenciones, sería una suba de precios de los granos involucrados (7% en soja, 25% en cebada o maíz, o 45% en girasol, por dar tres ejemplos), ya que deberían, como mínimo, venderse al precio FOB menos los gastos de embarque.
Que impacto tendría en los costos?. Si tomamos el ejemplo de los últimos 3 posts (productor de 200 ha propias y 300 arrendadas) solo el 24% de los costos aumentarían con el precio del producto, si éste fuera la única variable que aumentara. Ese 24% es básicamente arrendamiento, semilla y seguros.

Qué efecto veremos en la agricultura si ésta fuera la única medida, o si, mejor aún, esta fuera acompañada por la flexibilización total de los ROEs?
La soja tendría una pequeña mejora en su rentabilidad, pero el resto de los cultivos tendría una mejora muy sustancial. Lamentablemente por la fecha que es, solo quedaría sembrar a nivel país, soja y maíz.
En lo inmediato veremos una suba de superficie en el maíz tardío, hablan de 600 a 700.000 ha. En parte en campos que no pensaban ser sembrados, y en parte a expensas de soja tardía.
El año que viene veríamos la myor transformación. Cambios tanto en superficie como en mejora de la tecnología aplicada en girasol, maíz, y trigo sobre todo. A expensas de campos no sembrados este año, y de la superficie de soj, que tal vez retroceda un 10%. Muy bueno para la sustentabilidad.
Si se cultiva  1 millón más de ha, y se hacen 2 millones más de doble cultivo soja-trigo, el área sembrada total subiría un 10%.

En el mediano plazo implica retomar la senda de crecimiento de la agricultura que tuvimos entre 1990 y 2008. En vez de la declinación inminente(que seguía al estancamiento) que venía por efecto bajos precios internacionales-dolar barato y retenciones.
Para eso hace falta invertir mucho en maquinaria, equipos de riego, y aumentar la fertilización en todos los cultivos.
Las retenciones son el primer paso. Pero si queremos un aumento rápido, en vez de que las medidas rindan fruto lentamente, van a hacer falta algunas políticas activas. Pro eso queda para otro post.
Brindemos por la mejor noticia para el campo en 13 años!

Esta foto de un presidente en un maizal me hizo acordar a otra de hace unos años. También es un presidente en un maizal (durante una seca), pero de un país eminentemente agrícola ganadero. Nunca vi a un Kirchner en esa situación en 12 años


miércoles, diciembre 09, 2015

Los números de la agricultura.Tomo 3 Impuestos

En los posts anteriores, hice los cálculos económicos para los cultivos de la zona Sudeste de Buenos Aires, y el análisis de los números de un caso concreto, que era el de un productor agrícola con 200 ha propias y 300 ha arrendadas, a 150 km del puerto de Quequén.
Todos son números del 1/10/2015, antes de las elecciones.
Ahora quiero analizar rápidamente la incidencia de los impuestos en sus márgenes, y determinar que parte de sus ganacias se la lleva el estado.
En el post anterior hice una diferenciación en dos planes de cultivo del productor. El original, que se basa en la rotación de cultivos y la sustentabilidad, y es el plan más adaptado a la ecología (no a la economía) de la zona.
Eran 130 ha de soja de primera, 70 ha de girasol, 50 ha de maíz, 150 ha de cebada cervecera, 100 de trigo y 250 ha de soja de segundo cultivo.Un total de 750 ha de siembra sobre 500 ha disponibles totales.
En ese esquema podemos decir que prácticamente la ganancia es inexistente. Y sin embargo la cantidad de impuestos pagados es altísima.
Si multiplicamos la producción por el valor FOB,  le quitamos los gastos de embarque, y lo pesificamos a $9,70, llegamos a una facturación teórica potencial de $5.772.000. Cómo se distribuye eso?

Vemos que el productor solo se lleva el 2%, que equivale a menos del 4% sobre costos directos y fijos. Eso equivale a decir que en todos los años con producción menor a la media pierde plata. Sin embargo, los impuestos significan 18 veces más que su ganancia. Y las distorsiones comerciales provocadas o consentidas por el gobierno(sobre todo en maíz y trigo) equivalen al doble de la ganancia del productor.
Si quitamos los costos, para ver como se distribuye el ingreso neto, el resultado es aún más siniestro:

Los impuestos, sumando lo diversos estamentos,(retenciones, nacionales, provinciales y municipales), se llevan el 86%.El productor el 4%, y las distorsiones el resto. Pongámoslo en blanco sobre negro. El productor gasta para producir, y en una economía sin impuestos obtendría 2 millones y medio de pesos ya libres de gastos. De esos 2 millones y medio, solo lo dejan quedar con 95.000. No hay nada más que decir.
Como pueden ver en el post anterior, hicimos un replanteo sobre los números y cambiamos algunas cosas para que el productor no se funda.
Eliminamos totalmente los cultivos de trigo y maíz, dejamos de usar semilla fiscalizada de soja para usar semilla propia, achicamos a la mitad gastos de mantenimiento y gastos de movilidad (ir al campo la mitad que antes). Aumentamos soja de primera y cebada.
Los números mejoraron, se achicaron un poco los gastos, los impuestos no cambiaron, pero lo importante es que al dejar de sembrar cultivos intervenidos por el Estado (trigo y maíz), el productor se apropió de las ganancias extraordinarias de los exportadores e industriales. Se lleva el 5% (en vez del 2) de una producción bruta de 5,6 millones de pesos, similar a la del modelo original.
Si descontamos todos los gastos, se lleva el 12% de los 2,6 millones de pesos que genera después de pagarlos.
Mucho mejor, pero no es satisfactorio para una actividad con tanto riesgo. Lo normal en cualquier negocio es que el Estado, en todas sus formas, no se lleve más del 50%. En nuestro caso se lleva el 86%.
Por eso, como veremos en un próximo post, el productor votó como votó; y la crisis de la agricultura llevó a todo el medio rural(empleados, comerciantes, prestadores de de servicios) a votar como votó.
La reducción de 5 puntos en las retenciones de soja, y la eliminación de las otras, va a permitir una mejor rotación de cultivos, con menos soja y más trigo y maíz, y eso, además de la mayor rentabilidad, le va a dar sustentabilidad económica, financiera y de suelo a la actividad agrícola.