En agosto se produjo un debate muy interesante entre Grobocopatel, Mempo Giardinelli y Ferrer.
Primero fue una nota de Grobocopatel en Clarin(sorry, no tengo el link).
le contestó Mempo,
Grobo retrucó,
se metió Aldo Ferrer,
Grobo le contestó,
Mempo le volvió a contestar a Grobo, y cerró (hasta ahora) Ferrer. Enrique Martinez también
metió la cuchara.
Sería muy largo el análisis de todo lo dicho, pero ayer hubo en TN un debate entre los tres que en cierto modo actuó de resumen de la posición de cada uno. Aquí va el mío:
Mempo Giardinelli: Es un tipo bastante querible, pero acá parece infectado con todo el folklore ambientalista, da ternura verlo decir tantas gansadas en forma tan convencida y sincera.
Mempo tiene primero el problema del desmonte en el chaco, donde vive. Pero debe saber que el desmonte en el Chaco empezó a principios de siglo con el algodón y el quebracho. Todo el poblamiento del interior del Chaco se hizo en base al desmonte. Hoy puede ser la soja la que hace punta, mañana puede ser la ganadería. Lo que hace falta es un ordenamiento(y prohibición en muchos lugares), al que espero contribuya la Ley de Bosques. Ese ordenamiento es necesario con o sin soja, en fin,
acá hablé de ese tema.
El otro tema es el cuco de la soja transgénica y el glifosato. Llegó a decir que los transgénicos estan prohibidos en Estados Unidos. Pongamos las cosas en claro: Estados Unidos es el mayor productor de transgénicos del mundo, después esta Brasil, después nosotros y después China. Es cierto que estan prohibidos en Europa, pero solo para ser cultivados porque se pueden importar libremente. Por otra parte el glifosato esta permitido hace 35 años en todos los países del mundo, e incluso en Europa se vende para su uso hogareño en los jardines.
Gustavo Grobocopatel: Siempre tan tranquilo y moderado, dan ganas de pegarle. Le perdonó la vida a mempo cuando dijo que en Estados Unidos estaban prohibidos los transgénicos (estaba para dejarlo en ridículo). En lo escrito ni siquiera lo sometió a escarnio por la asociación entre la soja y el arsénico que hay desde siempre en el agua de algunas zonas. Estuvo bien en explicar que la agricultura campesina del tipo que cosecha el algodón a mano es algo que terminó para siempre, para una vida miserable todos prefieren la ciudad.
En lo escrito hizo hincapié en lo que el hace. No participa en desmonte(de hecho el 80% de la soja se hace en suelos que nunca tuvieron monte), no hace monocultivo porque practica rotaciones con otros cultivos, como muchísimos otros, y protege al suelo de la erosión (que es lo único que desertifica) porque hace siembra directa.
En su diálogo con Ferrer también trató siempre de encontrar los puntos de coincidencia, destacó ela potencia de la agroindustria y su importancia en el interior del país, y coincidió en la neesidad de agregar valor. estuvo muy bien en destacar que es mucho más importante la tecnología que las condicones favorables de los suelos. Sin embargo me parece que no se enfrentó lo suficiente, ni dejó en claro los errores de Ferrer, tal vez por su aspecto de abuelito.
En resumen, acertado pero tibio. Ineficaz diría yo.
Aldo Ferrer: No agregó nada a su extravagante teoría de los tipos de cambio diferenciales. Para él la industria argentina es totalmente ineficiente y poco competitiva, y el sector agropecuario intrínsecamente competitivo debido a la dotación de recursos naturales. Por algún motivo no pueden tener el mismo tipo de cambio.
Para empezar no es cierto que toda la industria sea tan poco competitiva. Hubo muchas exportaciones industriales aún con el TC artificialmente bajo de los 90(de hecho el TC en la Argentina no baja por saldo comercial, sino cuando entran capitales para la bicicleta financiera o por endeudamiento). Se debería castigar con un TC diferencial también a los industriales más eficientes? Porque ellos también ganan más cuando el TC es alto- Y ni hablar de la ISI (Industria Sustitutiva de Importaciones), ahí hay industrias como Papel Prensa, que supuestamente son tan eficientes que confieren a sus dueños ventajas inalcanzables para los que compran papel a los caros finlandeses o chilenos. La cita a Diamant es poco feliz, porque en el momento en que éste hizo referencia a la ventaja competitiva que supuestamente otorgaban las pampas, estábamos muy por debajo de la productividad e los países que nos compraban los granos. Recién 20 años después, gracias a la inversión en tecnología, se equipararon las cosas.
Expliquemos un poco este tema: La Argentina no exporta granos porque es muy competitiva, es al revés :
Esta obligada a ser competitiva porque esta obligada a exportar. Para la población actual sobran 20 millones de hectáreas, o se exporta mal o bien, o se abandonan las hectáreas sobrantes.
Al revés de la industria en la agricultura no se exporta de países más competitivos a países menos competitivos.
Los países a los que les falta CANTIDAD de tierra importan de los países a los que les sobra tierra, y tienen la capacidad técnica de explotarlas. Nostros le exportábamos trigo a Holanda aún en la década del 60, cuando ellos tenían una productividad que quintuplicaba a la nuestra, pero igual no les alcanzaba. Estados Unidos le exportaba trigo a Inglaterra hace 100 años a pesar de que cosechaban por cada hectárea la tercera parte que los ingleses. Las competitividades relativas solo deciden que cultivo exporta e importa cada país, no el sentido del flujo agregado.
En resumen, interesante debate. No alcanza con tener razón, hay que tener la agresividad suficiente como para dejar en claro los argumentos de uno, y refutar completamente los argumentos de los contendientes. Bien Grobocopatel, pero muy pacifista, si lo agarran tipos más agresivos lo destruyen a pesar de estar en lo cierto.