lunes, noviembre 30, 2009

El mito del granero del mundo (II) El país del trigo?

(Viene de acá)
En el imaginario popular, y en los economistas, existe la idea de que la pradera pampeana constituye una unidad productiva excepcional, generando una "renta diferencial internacional" con respecto al resto del mundo, o de su mayoría.
Ya en la facultad (al menos en Cereales de la UBA) nos enseñaban que los suelos argentinos tenían la desventaja de acumular menos agua que los maiceros norteamericanos al no tener el proceso de congelamiento invernal, además de presentar los nuestros en su mayoría una capa arcillosa que complicaba el desarrollo de las raíces; o que el clima noreuropeo durante el llenado del grano de trigo hacía que los trigos invernales tuvieran un grano mucho más grande que el nuestro.
Pero eso no te prepara para el golpe para nuestro orgullo agronómico nacional que significa conocer otras zonas agrícolas del mundo, como el medio oeste norteamericano, la Beauce al norte de Paris, el valle del Po en Italia, o las llanuras bajas holandesas.
Ahora vamos a comparar la situación del trigo, dejando para otra nota a otros cultivos.
El trigo fue tanto el principal cultivo durante la era colonial, como el primer cultivo que se empezó a exportar a fines del siglo 19 cuando la inmigración posibilitó ampliar las áreas sembradas.
Si el ambiente argentino fuera muy especial para este cultivo emblemático, deberíamos esperar una alta productividad comparada, no? Una mayor cantidad de kg cosechados por hectárea?
En el cuadro de arriba (hacer click para agrandar) figura la productividad y la importancia relativa en producción, exportación e importación de los 20 países que más trigo producen, y agregué algunos otros (Japon, Chile, Brasil, Uruguay y Holanda) . Esta comparación es en la década del 60 y en la actualidad (en realidad 2000-2007, para sacar el efecto Moreno).
Los paises que riegan toda o casi toda la producción estan pintados en marrón, los que riegan una parte, en amarillo. Los países exportadores estan con letras azules.
Lo primero que llama la atención es que nuestra posición en la tabla es bastante mediocre. Y para romper otros preconceptos, todos los países exportadores, con la excepción de Francia, estan de mitad de tabla para abajo (USA, Canada, Rusia, Australia, Ucrania, Kazakhstan). Los países que representan el 70% de la exportación mundial estan debajo del promedio mundial de rinde.
La FAO no tiene datos anteriores a la década del 60, por lo que no podemos hacer una tabla semejante para el Centenario, la época en que se hablaba del "granero del mundo". Sin embargo es en la década del 60, se ve que sin mirar los datos, es que la teoria de la "renta diferencial a nivel internacional" llega a popularizarse entre los economistas argentinos.
Si bien no pude conseguir datos de principios de siglo para todos los países del cuadro de arriba, si se pueden conseguir de algunos de esos países: En el gráfico siguiente se muestran los rendimientos de cuatro países exportadores : Argentina, Estados Unidos, Canadá y Francia, a lo largo de todo el siglo 20.

Como podemos ver, a principios de siglo la Argentina tenía menor rendimiento por hectárea que sus cuatro competidores. Tal vez para un calabrés acostumbrado a sembrar en las piedras acá crecía cualquier cosa, pero en la comparación con la Primera A de la agricultura no estábamos en el pelotón de punta.
Entre la década del 20 y la posguerra las cosas se emparejaron, pero en la posguerra comenzó el proceso de tecnificación por mayor cantidad de insumos (fertilización, fungicidas, etc), que acá llegó con un cuarto de siglo de retraso por las políticas vigentes, y el gráfico muestra la brecha que se generó en ese momento. Los economistas hacían hincapie entonces en que acá se usaban menos de esos insumos y se gastaba menos (atribuyendo ese hecho a la bondad de la tierra), sin tomar nota de la creciente brecha en productividad. La brecha recén comenzó a cerrarse lentamente en los 70, y con mayor velocidad en los 90. Alguien puede asegurar entonces que un chacarero argentino gana siempre por hectárea más que uno delos otros países mencionados?
Podemos concluir que el concepto mismo de renta diferencial a nivel internacional es medio absurdo. La renta diferencial, que grosso modo es la diferencia de productividad entre las mejores y las peores tierras, se da adentro de cada país, en nuestro caso y en el cuadro que sigue comparamos la productividad entre el Sudeste(los 7 partidos de Mar y Sierras) y el Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires(los siete partidos cercanos a Bahía Blanca).

Nunca vi publicada una sola cuenta que ejemplifique la "renta internacional", parecía que nuestra condición de "granero del mundo" que no se discutía, nos eximía de esa necesidad básica.
Crear mitos es una herramienta de marketing, pero el problema es creérselos.

domingo, noviembre 22, 2009

De dónde sacaron a este animal?

Desde la idiotez de la exportación de agua que no leía una nota tan surrealista en Pagina 12 como esta.
Varios institutos van a tener que hacer una autocrítica por haberle dado un diploma a este bruto de Susani (Gimenez?)

domingo, noviembre 15, 2009

Noticia

Vemos medio perdida la noticia de que el juez a cargo desestimó la denuncia que había hecho Echegaray el año pasado, cuando era jefe de la ONCCA, contra la Federación Agraria Argentina y los centros de Acopiadores , como acá publicó Pagina 12 en su momento (por supuesto la desestimación no salió publicada allí).
La denuncia era sobre el mal uso de las cartas de porte, y las famosas 28.000 que habría recibido un monotributista.
Mientras tanto, en el mismo lugar vemos que estan desmontando la estructura de descontrol que había montado ese personaje en la ONCCA para entregar los subsidios, a raíz del curro que se destapó hace un mes.
Me parece que Echegaray, por su exposición, va a terminar siendo la María Julia de Kirchner

domingo, noviembre 08, 2009

El mito del granero del mundo (I) Introducción

Hacia fines del siglo 19 se comienza a describir a la Argentina como el futuro "granero del mundo".
Estas menciones coinciden con el momento en que se hizo evidente que para poner en producción las tierras incorporadas al dominio nacional a partir de 1870 hacía falta una enorme inyección de recursos económicos y humanos. Hacían falta ferrocarriles, puertos, gente con el oficio de agricultor, de herrero, constructores. Tanto préstamos como inversiones extranjeras directas eran necesarias. Y en materia de gente hacían falta inmigrantes, la pampa estaba prácticamente vacía, y los habitantes de aquel entonces no poseían los oficios necesarios y estaban formados en una cultura muy diferente como para adquirirlos de un día para otro.
Sin duda hizo falta una campaña de propaganda para lograr esos recursos, y ahí se empezó a construir este mito, esta exageración. Y que terminamos creyéndola todos los argentinos.
Nuestras pampas son extendidas, pero ni cerca de las dimensiones de las planicies de Norteamérica. Hay muy buenas tierras en nuestro país, también mediocres, pero en muchos países hay tierras tan buenas como las nuestras, lo mismo podemos decir de los climas de nuestras regiones agrícolas, a pesar de que en el 80% de la Argentina predomina la aridez, el este de la Argentina presenta un clima adecuado para los cultivos templados y muy bueno para el crecimiento del pasto(que no es nuestro tema ahora) .
Hoy poseemos el 2% de las tierras arables del planeta, no es para taaaanto, pero como tenemos solo el 0,5% de la población mundial somos de los países que deberían tener siempre un excedente exportable, nada como para que el mundo se muera de hambre si éste desaparece (como si sucedería si Estados Unidos no exportara nada), pero tampoco para despreciar, y sin duda es una gran ayuda para un país de ingresos medios.
En 1860 solo teníamos el 0,1% de la población mundial, lo que con la tecnología de entonces era muy insuficiente como para explotar las tierras que se estaban incorporando. también se notaba el efecto de alta fertilidad de las tierras vírgenes (de hecho estuvimos incorporando tierras hasta 1910), pero ese efecto no llega a durar una década.
Así que los propagandistas de aquella época trataron de construir el relato de un país vacío y potencialmente rico, esperando la gente y los capitales que transformaran esa potencialidad en realidad.
Como los inversores y los inmigrantes notaron después, no era para tanto. Pero el flujo de dinero de aquella época forjó un mito dificil de remover.
Por un lado los agraristas de todas las épocas supusieron erroneamente que eso alcanzaba para tener un país rico.
Por otro lado se construyó (más desde la sociología que desde la economía) la teoría de una supuesta "renta diferencial a nivel internacional", que es la madre de la teoría de otra supuesta y generalizada "renta extraordinaria" de la que hablan tantos papanatas hoy en día.
En el próximo capítulo le pondremos algunos números a estas afirmaciones.

domingo, noviembre 01, 2009

Aunque no le guste a Cristina.

Un buen motivo para este post es la conocida aversión de la presidente a que se hable bien de lo gobiernos, o la política, de los países vecinos.
Por ejemplo lo civilizada que era la sociedad uruguaya ante sus elecciones.
Yo veo otro motivo de sana envidia.
Leyendo el suplemento agropecuario de El País, podemos ver que el Frente Amplio esta elaborando un plan para los próximos 25 años del agro, teniendo en cuenta el medio ambiente, los trabajadores rurales, y la importancia de la modernización y la tecnología en el bienestar del país.
También leemos que están por obtener una producción record de trigo. Y hacen las cuentas teniendo en cuenta que la siembra argentina, que también es record pero por lo baja, les va a dar una oportunidad de colocar buena parte de su producción en Brasil, que este año va a ser el mayor importador del mundo, de acuerdo a sus estimaciones de la situación regional del trigo.
O sea mirada con faros largos, sin perder las oportunidades que cada momento presenta.
Dudo que los productores uruguayos (al menos los grandes) sean hoy el sostén de la candidatura del Pepe, eso no obsta para que vea al campo como un enemigo, o mucho menos como un obstáculo para el desarrollo, todo lo contrario.
Envidiar los líderes de otros países se ha convertido en un deporte nacional, y en este caso aparentemente con mucha justificación, aunque le reviente a Cristina.