domingo, abril 18, 2010

Los dos modelos de la mesa de enlace.

Hoy en un diario Dellatorre trata de meter púa, bastante torpemente, entre miembros de la mesa de enlace, pero sin conocer las causas de las disidencias de fondo, que no han sido suficientes hasta ahora para romper la unidad, y que espero tampoco lo sean en el futuro.
El tema de fondo tiene que ver con el imaginario de origen en la historia de cada entidad, con la ideología, y con la obligación práctica que tiene cada organización gremial de defender los intereses de sus asociados, teniendo siempre en cuenta que los afiliados a cualquier organización son una minoría dentro de los productores.
Primero tenemos que hacer un poco de historia: Entre 1930 y 1970 se desarrollaron una serie de intervenciones en el mercado de alquileres y en la tenencia de la tierra que provocaron una cierta fragmentación y división, y un aumento del número de propietarios.
Desde entonces hasta ahora el proceso se ha venido revirtiendo sin pausas, no porque la gran propiedad haya cesado de dividirse, sino por la desaparición de un gran número de pequeñas y no tan pequeñas explotaciones.
Simultaneamente, y en forma gradual, se dio el proceso de especialización en agricultura de la mayoría de las explotaciones donde esto era posible, abandonando la explotación mixta. Luego se dieron otros cambios, como la mudanza del campo al pueblo, el aumento de la potencia de los tractores y las nuevas tecnologías que hizo que el productor chico recurriera casi obligadamente a los contratistas, y otras que sería largo explicar.
Y acá aparece una disidencia que tengo con el discurso de la Federación Agraria y su nostalgia de la "chacra mixta" : El primero que abandonó la explotación mixta (agricultura y ganadería) para pasar a agricultura permanente fue el pequeño y mediano productor (menos de 200 ha) de la zona núcleo agrícola y empezó a ocurrir en la década del 60. Y es lógico, tener 50 vacas pastando en tierras agrícolas era un lujo que una familia que vivía al día no podía darse. La explotación mixta persistió en las grandes estancias 20 o 30 años más por motivos de seguridad, tradición, folklore, pero por sobre todas las cosas porque podían darse el lujo de no optimizar al máximo su explotación porque tenían el tamaño suficiente. PORQUE DESDE HACE POR LO MENOS MEDIO SIGLO QUE LA AGRICULTURA DA MAS GANANCIA QUE LA GANADERÍA, NO ES UNA CONSECUENCIA DE LA SOJA.
Desde hace años la explotación mixta solo denota que el predio tiene sectores donde la calidad de tierra impide hacer agricultura, nada más. Sin duda un campo que tiene un 5-10% de tierra con aptitud agrícola puede dedicarla a ganadería, porque le permite optimizar su actividad principal, pero no es lo común, ni es a lo que se refiere Ulises Forte.
Y ahora vamos a la organización de la producción: Tanto en épocas de buenos pecios, y con más razón en la de bajos precios, se ha venido organizando un sistema con terratenientes chicos, medianos y agrandes, arrendatarios chicos, medianos y mega arrendatarios, contratistas de labores agrícolas, asesoramiento técnico, etc que ha demostrado ser uno de los mas eficientes del planeta, al punto de soportar las enormes retenciones que tenemos.
A ese sistema se ha llegado con poca o nula intervención del estado, solo políticas macroeconómicas que no han sido muy "amigables" (atraso cambiario, tipos de cambio múltiples, retenciones, tablitas, etc)que durante décadas que han configurado una atroz selección darwiniana, con supervivencia de los mas aptos. El resultado es una agricultura muy eficiente y despiadada, una gran competitividad internacional, pero también una gran concentración de la explotación de la tierra, una intervención del capital financiero, y la creciente marginación de miles de pequeños y medianos productores. Este proceso se agudiza cuando las condiciones son hostiles, pero no desaparece cuando son favorables.
Que me perdonen los liberales, pero no estoy contento con ese resultado.
Si no queremos la profundización de esta tendencia, hace falta una cierta intervención del Estado.
La manera que eligieron los europeos y otros países avanzados para lidiar con este asunto, es subsidiar a los agricultores, con cierto énfasis en ayudar preferentemente a los productores más chicos. Porque no nos engañemos, con una estructura fundiaria semejante a la nuestra, los europeos podrían competir con nosotros o los australianos o brasileros perfectamente. Si sacaran los aranceles a las importaciones no producirían menos, sino que les cambiaría la estructura tradicional de tenencia, y ellos no quieren que suceda.
Pero obviamente ese es un lujo que no podemos darnos en el tercer mundo.
Lo que queda es que las reglamentaciones provoquen una especie de discriminación entre productores, favoreciendo a los que, con una escala que los haga viables, sean más chicos que el promedio, y perjudicando de alguna manera a los más grandes, o dificultando su ampliación.
Esto es fácil de decir, pero muy difícil de implementar sin comprometer la producción, o perjudicar en muchos casos a los que se quiere favorecer.
Se puede hablar de preferencias impositivas y segmentaciones de diferentes tipos, también de limitaciones y máximos en la superficie que se puede arrendar para que los arrendatarios medianos puedan competir con los pooles de siembra, como sostiene el proyecto de ley de arrendamiento de la FAA.
Pero también hay que tener cuidado con la "tentación del bien"; por ejemplo el proyecto de ley de arrendamiento mencionado arriba me parece que tiene cosas rescatables, pero demasiadas limitaciones a los acuerdos entre partes que lo pueden hacer contraproducente. Hay que pulirlo y pensar muy bien lo que se debe hacer. Hace falta mucho pensamiento crítico, ideas innovadoras y debate. En lo posible entre la gente bien intencionada que quiere favorecer al sector, sin que intervengan mucho los que lo ven como enemigo, o una mera vaca lechera para ordeñar y llevarse la leche a otro lado(esos quieren concentración). No hay que olvidarse que si no fuera porque hay decenas de miles de productores de todo tamaño que salieron a las rutas, el gobierno habría hecho lo que quisiera sin impedimento, pero que si fuéramos millones, las retenciones serían igual a cero.
Estoy entre los que quieren una agricultura eficiente, moderna, competitiva, pero con agricultores.