Hay consenso en que una parte de la inflación que sufre la Argentina es importada. Un dolar que se deprecia, midiéndolo tanto contra otras monedas como contra
TODOS los commodities (cereales, metales, etc) es una de las causas, junto con los combustibles y derivados en petroquímica, el crecimiento de China e India, etc.
Scaletta
en una nota reciente hace notar que muchos países presentan el mismo fenómeno, morigerado en muchos casos por la apreciación de las monedas locales ante el dolar (para mantener la paridad contra una canasta de monedas).
Pero en general, todos los países saben que los commodities han tenido ciclos de alza y de baja desde que el mundo es mundo, y no parecen muy preocupados, incluso los que son grandes importadores. Solo parece ser un cambio relativo de precios de bienes contra servicios, como ha habido tantos, en un sentido y en otro.
Pero acá todo es una tragedia. Han encontrado una justificación para los niveles, ya no medidos pero sentidos, de la inflación, que sin duda, en la medida en que acá sea superior a la media mundial, tiene como todos sabemos otras causas.
Por supuesto, la alianza entre la UIA y el gobierno, con su vocero Peirano, han puesto el énfasis en los commodities agropecuarios, particularmente sobre trigo, maíz y soja.
Se olvidan del resto de los commodities, que también tienen influencia en el nivel de precios (como en el de envases, polietileno y otros plásticos, hojalata, aluminio,etc.).
Sin embargo, cuando se mira en forma objetiva la influencia de estos tres productos en el nivel general de precios, es fácil notar que es ínfima. El trigo incide en un porcentaje del precios de la harina, en un porcentaje menor del pan(dicen que el 15%) y aún menor en galletitas y otros derivados. El aceite no es un componente destacado de la canasta, y el maíz solo tiene influencia a través de los costos de alimentos para producir carne.
Tampoco los precios actuales son inéditos: Una
excelente nota en el blog de Tavos, nos muestra que en el 95 se llegó a un pico parecido en valores nominales, pero que si lo medimos a dólares constantes, los precios actuales son inferiores (me refiero a los precios externos, porque los internos estan pisados).
Para confirmar mi tesis, se me ocurrió buscar cuánto había incidido aquel pico del 95 (que decían entonces que iba a durar diez años, y solo duró un par), en la inflación argentina de la época, y me llevé una emorme sorpresa:
En el período de 13 meses de
Abril de 1995 a Mayo de 1996 el alza de precios fue la siguiente:
Harina de Soja: 49%
Trigo: 76%
Maíz: 101%
IPC: -0.3%
IPIM: 4.6%Creo que la excusa de la suba de los commodities alimenticios se cae a pedazos. La economía estaba más abierta que ahora, no había retenciones ni "efecto Moreno", y sin embargo una semejante suba de los granos no movió el amperímetro. (por favor no chicaneen con el Menemato, que no lo estoy defendiendo).
Sin duda queda el tema de la Canasta Alimentaria Básica. Pero con una ínfima parte de las retenciones actuales (encima teniendo en cuenta que el alza de los granos trae más recaudación por alza de las retenciones actuales, ganancias, IIBB, etc) se puede subsidiar, espero que con más eficiencia que hasta ahora, a los consumidores de menores recursos por los pocos pesos por mes de suba de la canasta por estas razones.
También ha habido intentos de relacionar esta suba con el aumento de precios de las hortalizas.
Este argumento es bastante infantil, porque todos sabemos que los cereales no pueden competir con las hortalizas en la puja por la tierra.(El alquiler de la tierra representa el 5% del costo del tomate, y el 60% del costo de la soja, por citar los extremos). Sin duda tiene más influencia en el costo de los quinteros la suba de los fertilizantes, que ha sido de entre el 50 y el 80% en dólares.
Podemos afirmar entonces que la influencia de este aumento de los granos en la Canasta Alimentaria ha sido muy baja, y básicamente por la subejecución de los subsidios planeados a principios de año.
O sea que se pueden reducir las retenciones a la mitad, y con la mitad de lo que queda sobra para subsidiar el efecto de los aumentos en la Canasta Alimentaria. Encima teniendo en cuenta que es muy probable que los precios retrocedan en los próximos meses, como ya marcan los futuros de trigo para la segunda mitad de 2008.
Como conclusión, puede ser que una partecita de la inflación actual sea importada. también que dentro de esa parte, que una porción menor corresponda a los granos. Pero si la quieren poner como excusa para mantener las retenciones, es solo una excusa que esconde otras razones.