martes, septiembre 09, 2014

Un nuevo cambio de tendencia




Hace tres años, cuando se anunció con bombos y platillos el Plan Estratégico Agroalimentario, escribí que la meta de 160 millones de toneladas necesitaba que la producción saliera del incipiente estancamiento que se veía desde 2008. El crecimiento a altas tasas que habíamos visto durante 18 años, se había ralentizado significativamente.
Hoy podemos confirmar ese cambio de tendencia, y adivinar que un nuevo cambio esta sobreviniendo con la baja del precio de los commodities, es muy probable que el nivel de producción comience a descender.
Un signo: un relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires detectó que entre los ciclos 2010/2011 y 2012/2013 la aplicación de tecnología de nivel alto en el país descendió desde un 47% sobre la superficie total sembrada entre soja, maíz, trigo, girasol, sorgo y cebada a un 37%.
Eso fue solo en 3 años, y con mejores precios que ahora. Con la baja actual de cotizaciones esta tendencia no puede sino acentuarse. Ya se nota en el hecho de que el fertilizante perdido por las excesivas lluvias no va a ser respuesto en los cultivos de trigo y cebada del sur de la provincia. O los numerosos lotes que estan aún sin empezar el barbecho, lo que redundará en menores rindes.
Ya estan alertando el efecto de los menores precios y los mayores costos en la menor siembra de maíz que se preve para esta campaña. Un achicamiento del 25% en el área de siembra es lo más probable. Y el maíz es clave en la sustentabilidad del sistema de producción.
Reemplazará la soja esta área perdida? Mi pálpito es que los lotes de maíz serán sembrados con soja, pero que eso no va a compensar los lotes con suelos marginales, o las zonas marginales por flete, que van a pasar de largo sin cultivo alguno.
Apostaría a una disminución del área total sembrada. Tal vez un 5 a 8% este año, pero es un cambio de tendencia.
Después de un crecimiento a tasas chinas entre 1990 y 2008 y un quasi estancamiento desde entonces, la producción va a tender a disminuir, con los altibajos que ocasione el clima de cada año.
La producción agropecuaria  se caracteriza por tener inercia y una reacción lenta a los estímulos, pero al final reacciona. Con los estímulos a crecer, lleva 2 o 3 años cambiar la tendencia. Con estímulos para bajar la producción, eso no ocurre inmediatamente, pero sucede.
Es un problema sobre el que deben reflexionar los candidatos a gobernar el país. Los que se piensan como presidentes o ministros de economía deberán pensar cómo se empieza a revertir la tendencia actual, no cuando asuman, sinó ya en 2015. Las divisas les van a faltar a uno de ellos, al que gane.

En resumen, de las políticas de los próximos 3 años depende que la producción llegue (un poco después de 2020) a la meta de 160 millones de toneladas, o si baja y se estabiliza en un número entre 80 y 90. La diferencia es de 20-30.000 millones de dólares anuales.

4 comentarios:

Max A Secas dijo...

Además, el crecimiento en las buenas se compensa en la contraccion en las malas. Como estas "buenas" fueron marcadamente menos buenas por la tajada bestial que se llevo el estado, podemos agradecerle por encarar la mala con una escala mucho mas baja que lo que podría haber sido. A joderse.

GerardoD dijo...

No me convence ese análisis de que con el solo dato de menores precios y mayores costos se origine univocamente un cambio de tendencia a la baja. No es factible que ello pueda generar mayor siembra para contrarrestar por escala los efectos negativos de menor precio? Distinto puede ser el resultado si se toma el contexto global (malo) y la persistente cruzada anticampo de esta administración

Anónimo dijo...

Sigan sentados sobre la soja.
Hicieron bien en hacerle caso a Buzzi,porque ahora él, mientras pide perdón, cobra porcentaje sobre cada tonelada que las cerealeras compran más barata.
Podrían haber vendido a U$S 570 o más, y ahora tienen que vender a U$S 340.
La estupidez humana no tiene límites.
El Colo.
PD: Yo vendí en Julio.Todavía no terminé de contar.

Mariano T. dijo...

Ni a 570 ni a 340. Esoso son precios de Chicago.
El productor dejó de vender a 2450-2600 para vender a 2200. No es tanta diferencia, entre el 8 y el 15%