jueves, mayo 23, 2013

El problema de la provincia de Buenos Aires 1) Un poco de historia

"Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita Unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león."

(del Himno Nacional, versión original) 
 
Cómo encaja y qué rol juega la provincia de Buenos Aires en el país es uno de los acertijos que nos acompaña desde que comenzamos nuestra vida independiente.
El ascenso de Buenos Aires comienza un siglo antes de 1810. La confirmación como cabeza del Virreynato, y unos mimos españoles para evitar que todo el litoral atlántico caiga en manos de los portugueses, fue lo que le dio entidad a la aldea de contrabandistas del Rio de la Plata.
Pero la Revolución cambió todo, primero porque fue inequívocamente encabezada por Buenos Aires, y porque el fin del monopolio y el inicio del libre comercio cambiaba para siempre el eje del país. Las provincias del norte, que vivían del comercio con el Alto Perú, quedaron colgadas del pincel.
Hubo desde luego avatares en esos primeros 20 años, siempre marcados por los enfrentamientos entre Buenos Aires y su crónica pretensión de imponer un régimen unitario, y el resto de las provincias.
Pero paradójicamente la hegemonía porteña se impuso desde el propio partido federal, y no desde la ciudad sino desde la campaña circundante.
En 1850 Rosas había logrado que Inglaterra y Francia reconociera su veto sobre la libre navegación de los ríos interiores, y el rol de la Aduana porteña como el ordenador de todo el comercio exterior (salvo alguna concesión a Urquiza sobre el río Uruguay). Además del manejo de las relaciones exteriores de acuerdo a los tratados con las provincias. Lo poco que había de Nacion en ese momento, era 100% controlado por la provincia de Buenos Aires. Ese fue el cenit de su poder, nunca se volvió a repetir ese grado de supremacía.
Caseros y la Constitución de 1853 trajo dos malas noticias para Buenos Aires, cuando tuvo que reconocerla en 1860. Las provincias del litoral recuperaban la libre navegación de los ríos, y la Aduana pasaba a ser de la Nación, no más propiedad privada de la provincia. Uno de los cuerpos legislativos sería el Senado, donde cada provincia, de la más chica a la más grande, tendría igual representación. Los siguientes 20 años, hasta 1880, fueron marcados por la saga de construir un tercer jugador, además de Buenos Aires y las provincias, que adquiriría supremacía sobre los otros: El Estado Nacional. Primero fueron sojuzgadas las provincias, y en 1880 fue el turno de Buenos Aires. Y eso se realizó mediante una brutal mutilación. La provincia quedó circunscripta a una semidesierta campaña, y se federalizó la ciudad de Buenos Aires, que durante 114 años tuvo que ser gobernada por un delegado del Presidente la la Nacion. De dirigir todos los hilos de la Confederación, a ser dividida entre la ciudad y un despojo circundante, y prácticamente intervenida indefinidamente. El problema de Buenos Aires parecía arreglado. La enorme asimetría no había sido solucionada por las provincias, sinó por el tercer jugador: El Estado Nacional.
Pero la economía y la demografía le dieron durante el siglo 20 la revancha. No ya a la ciudad de Buenos Aires, definitivamente escindida, sinó a la provincia. Aunque no había podido hacerse de todo el botín de tierras de la conquista del desierto (la venta de tierras era una fuente muy importante de recursos para equilibrar presupuestos y financiar obras), lo que le tocó igual era muy importante. Y con el tiempo se notó.
Por eso nada es para siempre,  como vemos en el siguiente gráfico. El punto de irradiación de la inmigración fue Buenos Aires, y fue ahí donde se concentró la mayoría de los recien llegados. Y cuando comenzó la migración interna en los 40, el cordón que rodea la ciudad fue el destino principal.

En el primer censo de 1869, la provincia(incluyendo a la ciudad) tenía el 26% de la población del país; 45 años después la provincia sola, que había superado la población de la Capital, tenía ese mismo porcentaje. Y las dos sumadas el 46% que llega hasta nuestros días.
Hoy, solamente la provincia,  tiene 2 de cada 5 habitantes de toda la Argentina. Además concentra el 52% del producto bruto industrial, el 28% del producto bruto agropecuario y el 35% del producto bruto total. Un monstruo.
Nos llama la atención que tanto la Nación, como el resto de la provincias recelen del poder de la PBA? Y que traten de limarlo por todos los medios? Y que se sientan obligados, casi por autopreservación, a tener la provincia semiintervenida, económicamente asfixiada?
Hoy vemos que la provincia es absolutamente discriminada en la coparticipación federal de impuestos, recibiendo un 30% menos que cualquier reparto objetivo que se pueda hacer. Y eso es fundamental en tiempos donde los impuestos nacionales constituyen el 80% de la reacaudación total.
 También su representatividad en la Cámara de Diputados es menor que la que le corresponde según la Constitución.
Se da la paradoja que una ciudad como Mar del Plata tiene más habitantes que La Rioja, Santa Cruz y Tierra del fuego sumadas, y solo hay 3 diputados marplatenses en el congreso (contra 9 senadores y 15 diputados de las provincias citadas). Ni hablar si hacemos comparaciones con los partidos grandes del Conurbano.
El gobernador de la provincia, que tiene más efectivos en su Policía que los que forman el ejercito nacional, es un mendicante del poder central. El presupuesto per capita de la PBA es muy bajo en comparación con otras provincias.
Esto puede ser, y es entendible, como contrapeso a la potencia demográfica y económica de la Provincia, pero es muy injusto hacia sus habitantes. Con el objetivo de limitar a un potencial gobernador todopoderoso, los que vivimos en la provincia estamos subrepresentados y con el presupuesto asfixiado en relación con las demás jurisdicciones.
Tengo una propuesta para que eso cambie, sin que el equilibrio nacional se rompa. Y tiene que ver con lo que se hizo en 1880, pero mucho menos cruento y más democrático.
Continúa acá

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sé : aumentar los impuestos a los ricos.

Anónimo dijo...

dijo hacer lo de 1880, en 1880 se quito la ciudad de buenos aires a la provincia, por lo tanto a mí entender lo que propone el autor es dividir la provincia en 2 ó más nuevas provincias que no tengan tanto peso.

Tato Minetti dijo...

En el interior sabemos bien lo que es Buenos Aires. 200 años chupándonos la sangre

Mariano T. dijo...

Tato: Qué es "Buenos Aires"?
El gobierno de la Provincia?
El pueblo de la Provincia, digamos Gonzalez Catan o Cnel Pringles?
Idem de la capital?
El gobierno nacional, con sede en la Rosada, en general ejercido por presidentes del interior?
Es una gran confusión, y "Buenos Aires" fue muchas cosas distintas a lo largo de esos 200 años.
Hoy es una provincia, una ciudad separada, y la sede del Gobierno Nacional, que no tiene que ver con las otras jurisdicciones. Cuál es el blanco de tu enojo?

guido dijo...

Espero tu propuesta y adelanto la mía: dividir la provincia e integrar toda la región metropolitana en una sola.

Fijate que la ausencia de representación de los marplatenses también es porque la que corresponderían la copa el conurbano. Es decir, el "miedo del interior" se reproduce con efectos concretos al interior de la provincia. Es más: a los marplatenses la debilidad del gobernador nos favorece. El gobernador de Buenos Aires es, en los hechos, el gobernador del conurbano. Es la posibilidad de puentearlo lo que ha permitido a un administrador bastante malo como Pulti acceder a fondos que le permitieron llevar adelante parte de la agenda histórica de infraestructura (ferroautomotora, rutas, efluentes, cema).

Buen resumen histórico.

guido dijo...

Otro, propongo hacer ese mismo gráfico considerando el tejido urbano continuo que comienza en la CABA. Más de uno se llevará una sorpresa.

Mariano T. dijo...

Tiene que sumar los dos, cuando sube uno baja el otro, es el 46% de la población nacional desde hace décadas.
No veo bien la creación de una gigantesca(en población y PBI) provincia metropolitana. Nos resolvería los problemas a los del interior de la provincia, pero sería un monstruo mayor que el actual, y los problemas de celos y miedo ante el supergobernador serían iguales o mayores que ahora.
Gracias por pasar

Abel B. dijo...

"Ya Buenos Aires que encierra, como las nubes, el rayo..." Santos Vega, de Obligado.

A ejemplo suyo, quise empezar con una cita poética. Y acepto la invitación que dejó en mi blog, pero no tengo mucho más para agregar en esta etapa de su posteo.

Es un "relato" bien armado, inteligente, pero me parece que algunos planteos están metidos a la fuerza. Por ejemplo "construir un tercer jugador, además de Buenos Aires y las provincias, que adquiriría supremacía sobre los otros: El Estado Nacional. Primero fueron sojuzgadas las provincias, y en 1880 fue el turno de Buenos Aires. Y eso se realizó mediante una brutal mutilación. La provincia quedó circunscripta a una semidesierta campaña, y se federalizó la ciudad de Buenos Aires, que durante 114 años tuvo que ser gobernada por un delegado del Presidente la la Nacion".

Mariano ¿en serio plantea que el Estado nacional es un tercer actor, con intereses distintos de la PBA y de un aún más mítico protagonista, "el resto de las provincias"?

Argentina, si iba a ser un país, necesitaba un Estado nacional que usase para el conjunto las rentas de la Aduana - el ingreso fiscal más importante, de lejos - que hasta 1880 fueron apropiadas por el gobierno porteño. Esto lo tenía claro Alberdi, y la base intelectual la había hecho 100 años antes Hamilton en EE.UU.

Es cierto que los bonaerenses tienen menos representación en el Congreso de las que les corresponde en proporción. Es un dato real, y debe discutirse. Sin necesidad de inventar un "nacionalismo" bonaerense.

Ah, y la bronca del interior es con los que desde la Capital se aprovechan de los recursos nacionales. Muchos de los cuales han nacido en las provincias.

Abrazos

manolo dijo...

Mariano, y Guido, porque si no me equivoco también es de General Pueyrredón y la 5ª.

En el link tire algunos números y un par de provocaciones. ;-P

Un abrazo


http://deshonestidadintelectual.blogspot.com.ar/2013/05/interna-pba-la-campana-y-la-ciudad.html

Anónimo dijo...

Yo, siendo de la 5ta, y habiendo vivido en muchas grandes del interior, para empezar, en los 20s hubo bastantes intentos de llevar la capital de la pcia a Mardel, hecho no muy conocido, el puerto es la herencia, entre otras cosas, de eso.
Pero, como dice un amigo, la plata?
Guido, Pulti es tan buen administrador como, ponele, Roig, y tiene el cuidado del elefante en el bazar.

Todas las provincias son macrocefalas, excepto Santa Fe, y, la solucion virara hacia eso, sea cual sea esa solucion, es la misma tendencia secular en todos lados.
Por ejemplo, en España los catalanes dien que los de Madrid son centralistas, me encuentro con uno de Tarragona y dice que los de Barcelona son centralistas.

El problema no es descentralizar, eso ya ocurre de facto, como dice Asis, los minigobernadores del conurbano son quizas con mas poder practico que el gobernador de Formosa, o el de TdF, lo unico que los limita es la Camara de Senadores, y, dado que no hay peor porteño que un venido del interior, poco dura el tema

sigo leyendo la saga

ayj

guido dijo...

Mariano, llegás al 46% sumando toda la PBA. Me refiero a los partidos del conurbano más CABA.

A diferencia de Abel, yo acuerdo con la interpretación general del proceso que hace Mariano y que, en líneas generales, sigue el planteo de Oscar Oszlak. Los matices que le agregaría, es más, quizás refuercen su punto.

La constitución porteña del 53, como deja entrever Mariano, fijaba sus límites en el océano Atlántico, el cabo de Hornos, la cordillera, el río de La Plata y el arco que a la altura de Junín atravesaba el San Rafael. Si es una pretensión que hoy puede parecer delirante, de ningún modo lo era en ese contexto en el que el aluvión inmigratorio estaba en ciernes y, de hecho, el "abandono" del resto de la nación era la posición mayoritaria en el liberalismo porteño (que incluía por cierto a la casi totalidad de los rosistas hasta el día anterior).

El ascenso de Mitre, cuando la facción "cruda" (autonomista) cae del gobierno después de Cepeda es lo que modifica la ecuación. El reemplazo del Al diablo con la unión nacional por el Unión nacional bajo Buenos Aires no es un proyecto estrictamente porteño. Al margen de los Taboada, o de los correntinos, que siempre fueron aliados del mitrismo, la campaña contra las montoneras se hace con milicias aportadas por caudillos liberales provinciales que veían obvio que su futuro mal podría estar en una confederación sin Buenos Aires.

Hay una gran confusión a raíz de términos como "federalismo" y "unitarismo". El segundo hacía años que no significaba más que un viejo proyecto derrotado aún para quienes lo reivindicaban y el primero era poco más que una identificación popular antiporteña (en el interior) y antipueblera o maturranga (en Buenos Aires). Lo que se discutía era la distribución territorial de los recursos (que empezaban a ser) nacionales.

La expansión veloz del mitrismo no puede ser vista solo como imposición porteña, fundamentalmente se trató de una política de cooptación y de integración de élites locales en una estructura por primera vez nacional, para lo que se montó en las bases institucionales construídas durante la vigencia de la confederación de Urquiza.

(sigue)

guido dijo...

Aún en las últimas rebeliones federales, encabezadas por el Chacho y los Saá (recordemos que en ambos casos se trataba de viejos unitarios, vencedores del "tirano" en Casero) se percibe claramente la reivindicación del proyecto constitucional, con su capital en Buenos Aires. De cualquier modo, hablamos de las provincias más despobladas del país, ninguna de las más relevantes resistieron al mitrismo.

Pero lo interesante viene después. Apenas triunfante Mitre es políticamente derrotado por la facción porteña opuesta, la que comandaba Alsina y expresaba el autonomismo crudo a ultranza que veía con indignación los crecientes recursos destinados a la manutención de las burocracias provincianas mientras sus fronteras y fuente de riqueza continuaban desguarnecidas (sumado a esto la guerra del Paraguay). El gobierno de Sarmiento, representante de nadie, que pocas simpatías despertaba entre porteños y aún menos en el interior, continuó el desplazamieno de los cuadros mitristas que ya había comenzado M. Paz cuando Bartolo coleccionaba derrotas en Paraguay.

La clase de políticos profesionales que asciende con Sarmiento, los mayores y coroneles que regresan del Paraguay durante su gobierno y llegan a generales construyendo sus aparatos políticos en base a sus regimientos son mayoritariamente originarios del interior.

Hacia los primeros años de los 70 es cada vez más evidente para todos que lejos del predominio de Buenos Aires el resultado del triunfo del Partido Nacional (mitrismo) es la confluencia de las élites del interior y un pequeño sector de la porteña en un espacio enmarcado por un consenso liberal-constitucional prácticamente sin fisuras (los levantamientos de Varela y después de López Jordán son menos disensos ante esos consensos que intentos de reacomodamiento y exigencias de un lugar diferente por élites desplazadas que canalizaron un descontento-eso si, genuino- ante la brutalidad de las levas que expresaban la militarización social y la penetración sin pausa de un Estado de nuevo tipo).

Es la percepción de esa evidencia lo que arrastra a lo que queda (cada vez menos) del mitrismo a encabezar una revolución destinada al fracaso en el 74, contra la ignominia de un presidente puesto por el interior, expresando paradójicamente las tesis que combatió 15 años antes.

Su derrota y ocaso definitivo como jugador fuera del ámbito provincial, el gobierno de Avellaneda y la muerte de Alsina (última esperanza de resurrección autonomista) sellan la sujeción porteña y 1880 es un manotazo de ahogado, con menos destino aún que la Revolución de los Colorados.

Pero no es el interior el que termina con el autonomismo, es la estructura de intereses articulada alrededor del estado nacional, dotado de toda una serie de funcionalidades que implican un cambio de orden cualitativo con respecto al estado anterior.

Anónimo dijo...

Guido
mas facil
el tren y el telegrafo termino con las autonomias del interior
el resto, es consecuencia

Mariano T. dijo...

Coincidimos 100% guido. El tercer actor, que surge vigorosamente en 1860, es el Estado Nacional como un ente separado de sus partes. Su dominio es paulatino pero inexorable. Y puede tolerar una relativa autonomia de las provincias, siempre que no pierda el monopoliO de la fuerza, pero no puede tolerar una minima autonomia de Buenos Aires.
Es para bien en muchos aspectos, pero es la desnaturalizacion del federalismo.
En cuanto a los limites entre el territorio bonaerense y el nacional, ahi lo importante es la renta derivada de la venta de tierras, que fue la manera de cerrar los presupuestos de 1874 a 1900

Anónimo dijo...

Independientemente que no es el post, el ejercito de linea es consecuencia, no causa de muchos factores, economicos y tecnologicos, hasta educativos de cohesion (Colegio de Concepcion del Uruguay).

Pero, sigo leyendo la saga de que quiere Mariano.

Como idea, cualquier cosa que no sea equilibrante a Cordoba/ Rosario /Mendoza/Tucuman solo trasladara el problema.

Cualquiera de los 3 mencionados opera frente a su hinterland com Buenos Aires al resto.

Last, no podes separar los clusters economicos, solo creas autoridades administrativas

ayj

Mariano T. dijo...

El ejercito de linea en la organizacion nacional tenia como caracteristica que respondia al presidente, no a cada gobernador como los Guardias Nacionales. Sin un ejercito hegemonico, la creacion de un estado nacional era una ilusion optica. El ejercito de linea primero liquido a los ejercitos y milicias de las provincias del interior, y despues al porteño.

guido dijo...

Mariano, en lo que no acordamos es en la valoración. A mi me parece bien la subordinación de Buenos Aires (bueno, simplificando me parece "bien").

No puedo acordar de ninguna manera con el tipo de ecuación que planteás en el post de acuerdo a la cual si la provincia aporta x es "injusto" que reciba menos que x (mismo error que comete Manolo).

Para mi, eso es no pensar en términos de nación. Si se me permite recurrir a una imagen vieja del nacionalismo conservador (la Nación como análoga a una gran familia) el criterio sería similar a prorratear el alimento en un hogar en función del aporte monetario de cada uno de sus miembros. No me parece.

La cuestión no es si el federalismo se "desnaturaliza", se "recontranaturaliza" o se va al diablo sino cuáles deberían ser los mecanismos adecuados para garantizar un desarrollo medianamente comparable en todo el territorio nacional...

guido dijo...

Ayj, causa, consecuencia...no me parece que para estas cuestiones sirvan modelos explicativos monocausales. La formación del ejército de línea es causa y consecuencia de varias cosas, la complejización y densificación del estado quizás pueda modelizarse mejor pensando en loops cibernéticos que en causas-efectos.

En todo caso, la causalidad tecnológica (telégrafo, tren) es insostenible para explicar la subordinación de Buenos Aires. Básicamente, los capitales necesarios para extenderlos los puso BA. De tener algún efecto líneal habrían ido en el sentido opuesto. Es en la dinámica política donde está la clave.

Mariano T. dijo...

Guido: No hablemos tanto de aportes y retornos, pero si de coparticipación per capita. E$stamos discriminados ampliamente, y lo mismo en el nro de diputados. Es un hecho.

Anónimo dijo...

Guido, creo que el tema es de grado.

Cuánto es justo?

En la coparticipación española Cataluña se queda con el 60% de lo que aporta (el 40% se reparte entre la comunidades autónomas más pobres como Andalucía, Extremadura, etc) Madrid la capital se queda con el 17%, lo demás se reparte.

Extremadura, que es la Formosa de España, aporta 825 millones de Euros y recibe cerco de 3 mil millones de euros.

Acá, nuestra capital se queda con menos del 2% (3% si contás cosas gratis que recibe, como la policía Federal), la provincia de Buenos Aires menos de la mitad.

Esto pasa porque los bonaerenses no somos una etnia con miles de años de historia, en otros países lo normal es que en situaciones así se hable de expolio, despojo, esas cosas. Pasa con el norte de Italia, Cataluña, Sur de Brasil y el nordeste.
Sólo acá eso no produce ningún ruido, y se muerde la mano de quien da de comer.

El Lurker

Anónimo dijo...

perdon, la subordinacion del interior al inicio es por telegrafo tren, y, ejercito de linea (centralizado por causas anteriores)

de todas formas, el tema es otro

Lurker
cuando sobra plata, todos se calientan poco, el problema es que la frazada es corta, ergo, quien resigna?
y ahi esta el problema, como en los 90s, hay provincias inviables, o que lo eran, pero, y das en el clavo, Formosa/Chaco? si historicamente eran la misma cosa ponele, otras, no, quizas ese caso se repita Misiones/Corrientes
y ahi tenes cuantos senadores? que porcentaje?
ayj

guido dijo...

Lurker, para mi es "justo" cuando uno que nació en un departamento del noroeste de Formosa tiene perspectivas comparables a uno que nació en Callao y Santa Fe. Por supuesto, estrictamente hablando eso es imposible. Pero hasta tanto no esté garantizado un pido mínimo de convergencia estructural encuentro absolutamente injusto incrementar la participación de los distritos más ricos. En todo caso, eso debería preverse como posterior a una ley de convergencia que imponga criterios objetivos y medibles.

De cualquier modo encuentro conceptualmente erróneo medir el "aporte" de un distrito como si se tratara de una unidad independiente. Todo lo que se produce en cualquier parte del país es parte de un encadenamiento productivo que tendría características diferentes si no se tratara de un solo estado nacional. Plantear la existencia de "partes" y medirlas por separado puede tener algún sentido en términos indicativos pero si te lo tomás muy en serio es flor de pavada. Tenés oficinas de industrias que producen en otro lado, energía barata producida en otro lado, energía humana (morfi) barato que baja tus costos, etc. Si ese argumento fuera sólido podría plantearse la seseción (que sería el caso catalán), no lo es porque es evidente que si esos distritos constituyeran un estado independiente debiera importar lo que consumen de "fuera" no solo su aporte a la economía de todas las "partes" sería diferente sino que no es improbable que se hundiera en una peli tipo Mad Max en corto tiempo.

Mariano T. dijo...

Ahí ya estamos hablando de coparticipación. Cualquier fórmula que se plantee daría más porcentaje a la PBA.
Por ejemplo yo propondría un índice basado en 50% cantidad de habitantes, 30% cantidad de habitantes NBI, 15% aportes, 7,5% superficie, 7,5% inversa stock obra pública/habitante.
Y que de lo que de, previa disminución de 10 puntos del Estado Nacional para que ninguna reciba menos que ahora.

manolo dijo...

Estimados

Si no partimos de “1 hombre = 1 voto” para LAS Cámaras de Diputados Nacional y Provinciales; la discusión es inconducente.
Después se vera si hay o no Cámara de Senadores y como se compone.
También las formulas de Copa; o sea como y CUANTO se recauda, como y a DONDE se envían las partidas; Etc.

En USA, hay Estados con 2 Senadores y 1 Representante, o 2; y nadie se rasga las vestiduras sobre el Federalismo.
En Brasil es cierto que Sao Paulo tiene límite en la cantidad de Diputados; pero la Recaudación es a la inversa de la Argentina.
Recaudan los Municipios, y de allí va a los Estados y la Federación.

El Sistema Municipal de la PBA es de los tiempos de Fresco, reformado por Mercante.
Las secciones electorales, que también son del tiempo de Mercante, la ultima reforma de Alende para la elección de 1962, y ya había subrepresentación en la 1ª y 3ª

Es ridículo, se hablamos de Republica y Democracia, que para ser senador de la PBA se necesiten los mismos votos que para ser gobernador en 20 provincias.
O que para ser Concejal en el GBA, se exijan muchos mas votos que para Legislador de la CABA.

Para que no me acusen a furioso autonomista, Córdoba y Santa Fe tienen menos diputados que la CABA; con más población e igual cantidad de Electores.
Es el Sistema en si, que ya no daba para mas, en los 80 y 90.
Borrar el Colegio Electoral por el voto directo, Pacto de Olivos, sumo el 3º Senador.
Porque se podía dar el caso de sacar mas votos populares y tener menos electores; como sucedió con en el 2000 en USA.
http://en.wikipedia.org/wiki/United_States_presidential_election,_2000

En la Argentina terminamos a los tiros si sucede eso.

Mariano T. dijo...

Estoy de acuerdo a Manolo. Pero hay que ceder algo a cambio.
Con la guita de la coparticipación sucede los mismo. La copa per capita de la PBA y la CABA son las menores del país, y por escándalo.
Pero bueno, hay partidos mayoritarios en la Pcia que les dejan que les armen las listas desde la Capi (o Calafate), así los elegidos no representan una provincia sinó un "proyecto".
Un caso paradigmático fue Filmus votando que le saquen los fondos judiciales al Banco Ciudad

manolo dijo...

Mariano T

¿Por qué no empezamos por la Provincia?

Donde los Municipios Rurales tienen mas peso en la Legislatura que los Urbanos.

Se termina pagando mas por metro cuadrado que por hectárea; y no estoy hablando de duplex con amenities vs. bañados; sino de casas de clase baja sin asfalto y sin servicios sanitarios, agua y cloacas vs. Hectáreas que cotizan en Chicago.

Municipios donde, según la Ley, los “Grandes contribuyentes” discuten los Presupuestos Municipales.

Para tener Soberanía Política, que es tu reclamo, primero hay que tener Independencia Económica; y eso es algo que nunca será aceptado por el Campo Republicano.

En el fondo es la misma cuestión de la “Carga Fiscal”; desmenuzar quienes y cuanto aportan; y quienes y cuanto “reciben”.

El clásico ¿Quién es el Tercer Estado?, Impuestos de Haití y servicios de Alemania.

Un abrazo

Mariano T. dijo...

Esa es una discusión donde los de afuera de la provincia son de palo. Hoy el inmobiliario rural esta bastante alto, a 1/4 del valor venal. Yo en mi casa pago mucho menos, esta valuada a 1/10 del valor real, y esta a 2 cuadras del mar, no en un barrio carenciado. No se como será en otros distritos.

guido dijo...

Manolo, poner las cámara de senadores provinciales de acuerdo al criterio de una persona=un voto y eliminar esa cámara o bien el criterio mismo de existencia de secciones electorales es exactamente lo mismo. Con esa "sobrerrepresentación" que denunciás al interior de la provincia y todo La Plata es, en la práctica, un lugar donde se discuten centralmente cuestiones que atañen al GBA.

Si acentuás la disparidad haciendo la representación más "justa" yo te aseguro que en los años subsiguientes en ningún lugar del interior de la provincia escuela alguna repone una lamparita, juzgado alguno tiene para sacar fotocopias ni hospital alguno pone vacunas.

El GBA es un monstruo presupuestívoro que, discriminado en la representación y todo, se come (lejos, pero muy lejos) la parte del León del presupuesto provincial (y los fondos que la nación destina a la provincia). Es lógico que sea así porque tanto el PEP como el PEN se elijen en distrito único.

Usted siempre trata de refutar este dato irrecusable mostrando la copa provincial por partido, pero eso es sarasa. La copa-transferencia automática- es tan representativa del presupuesto provincial como la copa nacional lo es del de la nación. El grueso de la teca va por otros canales.

Por ello es que es indispensable dividir la provincia. Cada uno con su presupuesto y su coparticipación, poca o mucha.

GerardoD dijo...

Lo de prorratear los ingresos provinciales en función de los intereses nacionales no está mal, en tanto y en cuanto se garanticen standards mínimos. No es posible que los habitantes de la provincia de Buenos Aires, siendo la más rica y la que más aporta, soporten la presión tributaria más alta cuando al mismo tiempo la administración está siempre al borde de no poder pagar los aguinaldos. Sin olvidar que los salarios públicos de PBA no son de los más altos en el ranking interprovincial. Tampoco es aceptable que la estabilidad financiera provincial dependa tanto del mejor o peor vínculo que se mantenga con el gobierno nacional, o que sus municipios más poderosos la puenteen con Nación para obtener recursos directos.
Desarticular esa superprovincia -pero en definitiva siempre mutilada/sojuzgada- podría ser un camino a la solución

Rogelio dijo...

Mariano, he pasado por aquí hoy - 4 de julio de 2016 - para reactualizar un debate al que han contribuido tantos conocidos. Y también para repasar su propuesta de solución que ya tenía presente.
A priori, ninguna solución debe descartarse.
Pero previamente será necesario dar un debate en profundidad para mejorar el conocimiento que los distintos sectores tienen de la cuestión de forma tal que las decisiones no sean cocinadas por unos pocos "aprovechados".
Por ejemplo: el sector agropecuario de nuestra provincia debe defender su producción pero no únicamente resistiendo las retenciones sino comenzando por exigir que un trato tributario equitativo a todas las producciones (estoy pensando, por ej. en las regalías mineras y petroleras no coparticipables).

Una vez que haga una re-lectura atenta de los 2 post volveré por acá.
Saludos

Mariano T. dijo...

La solución a eso es simple. Ganancias, combustibles, cheque son impuestos Nacionales coparticipables. Ingresos Brutos, sellos e inmobiliario son provinciales. La provincia no necesita compartir las regalías que le corresponden a otras provincias, y nadie debería reclamar un centavo de lo que producimos en la provincia (más allá de los imp nacionales citados arriba). Retenciones? No las tengo en cuenta porque no deberían existir.