miércoles, febrero 15, 2012

El impuesto del Pepe

A fin de año salió aprobado en Uruguay un impuesto a la tierra con capacidad productiva.
Tiene como característica que solo grava a campos de más de 2000 ha. Y tiene una alícuota progresiva de acuerdo al tamaño del campo. Por supuesto hay un índice de corrección de acuerdo a la aptitud de la tierra (allá le dicen índice CONEAT).
La idea es prevenir la concentración de la tierra, pero dudo que tenga algún efecto (negativo o positivo) en ese tema. La tasa es relativamente modesta para tener una incidencia determinante en decisiones de ese tipo, aunque tal vez induzca una división de parcelas entre familiares, o artificialmente entre sociedades (trampita).
Por supuesto las entidades gremiales de productores uruguayas, con predominio absoluto de propietarios, han repudiado este impuesto. Y es lógico, a nadie le gusta que le suban las imposiciones.
Pero si comparamos  con el sistema argentino de retenciones (un impuesto fijo) al producto en vez de a la tierra, el uruguayo presenta características muy interesantes, y para mi muy favorables.
  1. Si de gravar una renta se trata, grava al que recibe esa renta, que es el propietario. Esto ya lo desarrollé hace unos años acá. El impuesto del Pepe grava al dueño de la tierra, que es el único que percibe renta, en vez de gravar la ganancia capitalista del productor, como hacen acá las retenciones.
  2. Estimula la productividad y castiga al dueño de tierra mal explotada. Es una tasa fija por hectárea. Eso es independiente de que el dueño de una hectárea agrícola decida explotarla con vacas, o explotarla mal, o poner un coto de caza para su deleite. Sin duda va a promover que muchos dueños sin vocación o capacidad para la agricultura alquilen su tierra a chacareros uruguayos o argentinos, en vez de subexplotarla.
  3. Premia al productor más eficiente, porque como solo paga un impuesto fijo, al incidencia de éste será menor cuanto mayor sea la producción
  4. No altera la relación insumo/producto, lo que estimula la aplicación de tecnologías más caras, fertilización, reposición de nutrientes, etc. Con el sistema argentino, que disminuye el ingreso por cada unidad adicional producida, son necesarios más kilogramos de producto para poder pagar, por ejemplo. un kg de fertilizante, así que lógicamente significa que se va a usar menos fertilizante, a igualdad de otras condiciones, que en Uruguay.
  5. Es progresivo, de tal manera que puede compensar las ventajas de economía de escala de las mayores superficies, y si se quiere puede tasar en forma progresiva (más que proporcional) a los que más tienen.
La única contra es que una cantidad fija es más gravosa en caso de sequía o cualquier otra calamidad, por eso el productor va a preferir siempre un impuesto a las ganancias.  Pero esto tiene solución con diferimientos, como se hace habitualmente en casos de emrgencia.
En resúmen, puestos a gravar, el sistema oriental es mucho mejor que el argentino.
También el destino de lo recaudado representa otra ventaja para uruguay. Allá se va a destinar en reparar, mejorar y crear estructura de caminos, vías y puertos para mover la producción, o sea que es dinero que vuelve al sistema.
En la Argentina, a pesar de la monstruosidad que se recauda en retenciones, la infraestructura de caminos, puentes y vías férreas que tenemos en la Argentina de los 100 millones de toneladas es menor que la Argentina de las 25 millones de toneladas de la década del 80, y encima mucho más deteriorada. Lo único que mejoró, (los puertos por ejemplo) fue por inversión 100% privada. Podrían devolver en obras algo de lo que se llevan, no?.


3 comentarios:

Hector M. dijo...

Coincido en la ineficacia del umbral de 2000 hectareas, que puede ser facilmente sorteado. Aun cuando fuesen 2000 hectareas en total por propietario (que pueden estar distribuidas entre varios campos), igualmente no tendra mucho efecto, sobre todo aquellos que no tengan una cantidad muy grande de tierra (digamos mas de 10.000 Has) que se vuelve mas dificil de disimular.

En todos los casos, un impuesto sobre un factor fijo, como la tierra, tiende a aumentar la productividad porque promueve el uso mas productivo de esa tierra (a fin de disminuir la incidencia porcentual del impuesto). Es tambien un impuesto que se puede suspender facilmente en caso de emergencia agropecuaria (cuando no hay produccion con la cual pagar ese u otros impuestos).
Por supuesto un gravamen de ese tipo normalmente es porcentualmente pequeño.
El impuesto a los bienes personales en la Argentina tiene el mismo sentido, y de hecho ya rige sobre las tierras, pero se aplica sobre el valor fiscal que suele estar groseramente subestimado respecto al valor de mercado de las tierras. El "impuesto a la tierra libre de mejoras" que apareció en 1973 con el gobierno de Cámpora y luego de Perón, tenía el mismo sentido, aunque hubo muchas críticas en aquella época acerca de la forma en que estaba definido.
En Brasil rige el Impuesto Territorial Rural (ITR) que aplica diferente tasa segun la aptitud de la tierra, pero que ademas se aplica solamente sobre las tierras ociosas, o insuficientemente explotadas, lo cual tiene un enorme costo de supervision pues hay que declarar (y luego el Estado puede verificar por inspección) si la tierra es cultivada, o si tiene suficiente ganado pastoreando, lo cual se presta a la sobredeclaración, y además mezcla el tema de la propiedad con el tema de la explotación (esta última puede ser manejada por alguien diferente del propietario).

En cualquier caso, la solución Pepe es superior al ITR brasilero y por supuesto superior a las retenciones, pero esto ultimo no es un mérito pues las retenciones son una idea tan mala que casi cualquier otra resulta superior.

Anónimo dijo...

con lo cual solo estan de acuerdo con lo que les dije pre 125, mas, debiera ser provincial o nacional con alicuotas definidas para cada provincia
eso si, cuando eliminen las retenciones hagan lugar a todos los del norte que migraran hacia el centro, si ahora ya migran, no me imagino como seria en ese caso, salvo la redistribucion por ley, con lo cual, estamos mas o menos parejo

BTW me gustaria saber tu opinion del aumento de Binner

saludos

ayj

Capitán Yáñez dijo...

Por una vez en la vida, don T... ¡estamos -casi- de acuerdo! Parece mentira, pero así es.
Debo reconocer que en "los K" hay un cierto prejuicio contra "los dueños de la tierra" (que no es del todo injustificado, eso si). Y también que ese prejuicio hace que alguna parte de lo que se recauda no sea invertido en infraestructura.
Nadie es perfecto... tampoco los "agrodiputados", que no han hecho mucho al respecto.