martes, julio 19, 2011

La extranjerizacion de la tierra.

Este es un tema que me causa "sentimientos encontrados".
Por un lado el sector liberal de mi corazón me dice "Porqué no?" La tierra no se la pueden llevar,(y su propiedad no da derechos a recursos del subsuelo o aguas) conozco varias estancias de extranjeros, muy bien manejadas, y no me causa un rechazo específico ese hecho.
Por otro lado, el sector nacionalista de mi corazón me dice que me sentiría incómodo si el 80% de la tierra de los lugares que frecuento fuera de gente que no vive en el país. O si la mitad de la tierra de Misiones fuera de brasileros.
O sea que para mi es una cuestión cuantitativa.
Pero hay que hacer una serie de puntualizaciones.
  • Si comparamos la producción agropecuaria con la industrial, comercial minorista y ni hablar de la minera, la primera es la que tiene una composición abrumadoramente nacional, (no así la exportación o los insumos). Así que los que abogan por la industria deberían preocuparse mucho más por la extranjerización de la misma, más que por el campo.
  • La Constitución dice clarito en el artículo 20:"Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar contribuciones forzosas extraordinarias." O sea que las limitaciones solo podrían ejercerse sobre los extranjeros no residentes o sobre las sociedades extranjeras.
  • No solo se da el caso de extranjeros que compran en la Argentina. Hay muchos argentinos que han comprado tierra en Paraguay, Bolivia, Brasil y sobre todo en Uruguay, donde la presencia argentina es muy notable, e influyente en muchos aspectos. Además de eso hay chacareros e inversores argentinos alquilando en Colombia, Ucrania, Bielorrusia, Sudáfrica, Zambia, Angola y Mozambique.
  • En muchos países existen restricciones a la compra por parte de extranjeros. Es interesante el caso de Estados Unidos. No hay ley federal (nacional) que implique restricciones, eso se deja a cargo de cada estado. Y ahí conviven estados donde no hay ninguna restricción, como el maicero de Illinois, y cruzando el río el estado también maicero de Iowa no solo impone prohibiciones a los extranjeros sino también a las corporaciones (grandes empresas) americanas, e incluso prohíben la integración vertical en feed lots y criaderos de cerdos (los frigoríficos tienen prohibido meterse en ese negocio). Mas detalles acá.
  • Una cosa curiosa es la ley de Taiwan. Establece una reciprocidad, y una lista de estados que permiten a taiwaneses comprar tierra en sus países, y por lo tanto sus ciudadanos pueden comprar en Taiwan. Entre otros figuran Argentina, Brasil, Reino Unido, Alemania, Corea, Japón, Irlanda, Australia, nueva Zelandia, etc. Y varios estados de EEUU. La lista completa esta en el link.
En el Congreso hay varios proyectos, no solo el del Ejecutivo (que yo soslayaría por ser el último en llegar). Debería llegarse a un proyecto consensuado entre todos. A mi me gustaría un proyecto que establezca alguna restricción, por ejemplo el 25% de la tierra de cada distrito (Nación, provincia y municipio), que en la práctica pondría muy dificultoso que esa tenencia supere un 15% del total. Y por supuesto, para que sea constitucional, solo se aplique a sociedades extranjeras o personas extranjeras no residentes.
En resumen, para mi no es un tema central, pero no me opongo a que se establezcan algunas restricciones razonables para dejar tranquilos a los más alarmados.

12 comentarios:

Hector M. dijo...

Mariano, más allá de los gustos o preferencias, o de que la prohibición o limitación a extranjeros sería anti-constitucional, el hecho es que tales restricciones son anacrónicas en el mundo en que vivimos. La economía está globalizada, y la riqueza circula de uno a otro lado del mundo.
Como decís, está mucho más internacionalizado el resto de la economía comparado con el sector agropecuario, pero eso tampoco es extraño. Hay países con restricciones que las tienen desde épocas pasadas, y muchos las mantienen por razones de "inercia ideológica".
Una distinción que esbozas es entre la presencia de propietarios físicos de nacionalidad foránea (un agricultor nacido en Italia o en Bolivia) y la presencia de corporaciones o empresas extranjeras (cuya sede central está en el extranjero). Pero esta distinción tampoco tiene mucho sentido. Suponte que el 80% de la tierra en la Argentina estuviera en poder de grandes grupos económicos "argentinos" como Techint, Aluar, Minetti, Clarín, Fortabat, etc. (incluyendo grupos económicos básicamente agropecuarios, como los hay y muchos); posiblemente ello te despertaría un "rechazo" similar. Y además sería a veces difícil decidir si una particular empresa es argentina o extranjera (basta pensar en Bunge y Born). De hecho en la economía mundial globalizada estas distinciones por domicilio nacional no tienen sentido. Es como si los tucumanos no quisieran tener tierras en manos de salteños, o si los habitantes de La Matanza no quisieran autorizar la existencia de propietarios originarios de otros partidos del conurbano. Finalmente, en un mundo de economías abiertas las fronteras nacionales tienden a parecerse cada vez más a las estaduales o municipales (en EEUU hay diferencias en este tema entre los Estados, mientras en Europa hay normas comunes a todos los países que integran la Unión Europea).

Por el momento no hay que preocuparse: seguimos viviendo bajo la sabia constitución de 1853, que en este tema se anticipó a su tiempo.

Anónimo dijo...

Mas sencillo, los chinos son practicos, reciprocidad y listo. nuestra "sabia" Constitucion del 53 no lo era tanto, como hizo Brasil con las visas, vos me dejas, ok, no me dejas, no te dejo

aunque, a riesgo de pareer Lilita, la tierra si se la pueden llevar, la explotas, la dejas sin humus y listo,pero eso tambien aplica a nuestros coterraneos

ayj

Alcides Acevedo dijo...

No sé... propongo un ejercicio interesante:
Comparar el valor de TODA la tierra cultivable de la Argentina con la capitalización bursátil de las principales empresas industriales del planeta (las que tienen price-earnings de entre 10-14 años).
Hay algo que no cierra.

Mariano T. dijo...

Comprendo tus argumentos Hector, y en parte los comparto, por eso digo que tengo sentimientos encontrados.
Pero realmente me sentiría incómodo si esas tenencias actuales se triplicaran por ejemplo.
Ojo, también la gran corporación, aunque sea argentina, me preocuparía si multiplicaran su posesión, pero eso sería mucha plata hoy en día y no les daría el cuero. No me estoy refiriendo a 5000 ha sino a 100.000.
El aumento en cotización de la tierra logró frenar la tendencia desde los 70 a la concentración en propiedad. Lo que puede reanudar la tendencia es el dinero de afuera del sistema.

Hector M. dijo...

Hace ya bastantes años (1986) Eduardo Basualdo publicó un estudio, en la revista Desarrollo Económico, sobre la presencia de sociedades anónimas en el agro argentino. Ya en esa época era muy grande la superficie en poder no solo de S.A. sino de "grupos de sociedades"; es decir, no se trataba solo de grupos de parientes herederos de un campo que forman una S.A., sino campos comprados por S.A. (muchas de ellas de origen no agropecuario). Por ejemplo, el grupo Fortabat tenía más de 100 campos solo en la Pcia de Bs As, con una superficie total de cerca de 70.000 Has si mal no recuerdo, sin contar otras provincias, y lo mismo otros grupos económicos (argentinos o extranjeros). Después de esa época hubo una "corporativización" mucho mayor de la estructura agraria, con presencia de transnacionales (Benetton es solo el ejemplo más conocido) y con inversiones a cargo de fondos de inversión administrados por bancos nacionales o internacionales. Este proceso se ha dado también en Brasil, en Chile, en Perú, en México (y seguramente en otros países que no conozco). Empresas alimentarias de países árabes (casi todos desérticos) han comprado explotaciones grandes, en países con disponibilidad de tierras, sobre todo en Africa. Creo que es simplemente un ejemplo más del proceso de globalización, en el cual los capitales se movilizan geográficamente, y las empresas distribuyen sus activos y sus actividades en diferentes países, alcanzando tamaño supra-nacional. Esto ocurre en todas las ramas de actividad, desde la minería o el petróleo hasta la publicidad y los supermercados, y no tiene por qué estar excluida la agricultura.

Como nuestra cultura (y nuestros sentimientos de identidad y lealtad) están organizados por ese fenómeno relativamente reciente que son los Estados Nacionales (surgidos en su gran mayoría desde el siglo 18 en adelante, los de A.Latina en el s.19, los de Africa en el s.20), entonces nos resulta afectivamente "incómodo", sobre todo cuando se trata de "la tierra" por su connotación de "patria" o "territorio", pero se trata de sentimientos que el sistema económico va dejando atrás, como antes dejó atrás las lealtades localistas que regían en las economías pre-capitalistas, donde un habitante de Lyon no quería saber nada con uno de Grenoble, uno de Madrid con uno de Bilbao, uno de Florencia con uno de Bologna, o para el caso uno de Entre Ríos con uno de Buenos Aires, y así sucesivamente).

Las culturas se pliegan a la larga a la evolución general de las economías, que a su vez avanzan en función de la frontera tecnológica de escala y de organización. Qué le vamos a hacer.

Hector M. dijo...

Alcides, ¿por qué no compartis tus cálculos sobre valor de la tierra y capitalizaciones bursátiles? ¿Qué es lo que no cierra?

Probablemente hay unas cuantas empresas que valen más que toda la tierra de la Argentina. Eso es probablemente lo que "no te cierra". Pero cierra perfectamente en el mundo en que vivimos (hace 80-100 años había en la Argentina varias empresas que eran más grandes que el valor de la tierra de varias provincias: posiblemente una sola empresa ferroviaria o eléctrica, posiblemente de propiedad británica, valía más que toda la tierra agropecuaria de la Patagonia o de Salta. ¿Y qué? Ahora eso mismo se da a escala internacional.
El capitalismo no está compuesto por países, sino por empresas. La organización política se expande hasta brindarle a las empresas el marco institucional que necesitan. Primero creó estados nacionales, ahora crea grandes regiones económicas como la UE, y está en el proceso de crear marcos institucionales de alcance mundial, que a la larga tendrán también poder coercitivo como ahora lo tienen los Estados Nacionales (y antes lo tenían las provincias o los caudillos locales o tribales).

Mariano T. dijo...

Mi cálculo del valor de la tierra en la Argentina es de 200.000 millones de dólares. En un contexto en el que los propietarios no sacan al mercado más del 1% en cada año. Si alguien quisiera forzar un número mayor de transacciones, el valor se multiplicaría rápidamente.

Hector M. dijo...

Mariano, si saliera a la venta más del 1% de las tierras, el valor no se multiplicaría sino que disminuiría (más oferta para la misma demanda). Pero esas fluctuaciones en el balance oferta-demanda solo producen eso, fluctuaciones, en torno a un valor de equilibrio de largo plazo que se deriva del valor presente de la renta futura esperada de la tierra. Si aumenta la rentabilidad por hectárea aumentará ese valor de equilibrio, aun cuando en el corto plazo puede haber fluctuaciones de oferta y demanda que coloquen el precio por encima o por debajo de dicho valor.

200.000 millones es bastante guita, pero si sumamos Microsoft, Facebook e Intel ya estamos ahí, sin salir del reducido ámbito de las empresas informáticas. Más aún, un "gran latifundio" pampeano de hoy en día (digamos, una estancia de cría de 10.000 Has) equivale aproximadamente a una PYME. Una cadena de tres o cuatro restaurantes es más grande, lo mismo que un grupo de varios supermercados chinos; o el consorcio de propietarios de un edificio "inteligente" de Catalinas, que vale más de uno o dos millones de dólares por piso por la parte baja.

Mariano T. dijo...

No me expliqué bien. Me refería a lo que sucedería si la demanda quisiera forzar el mercado para adquirir más de ese 1%. Para que los no vendedores vendan, la oferta va a tener que ser 2x o 3x lo que se ofrece actualmente. Es lo mismo que pretender comprar Microsoft en la bolsa, el valor se dispararía a la estratósfera.

Hector M. dijo...

Ahora está mas claro, Mariano. El precio se dispara si aumenta la demanda, o si disminuye la oferta. Pero repito, eso explica fluctuaciones de oferta y demanda, pero no el precio de largo plazo en torno al cual fluctúa la oferta y la demanda. Este está dado por la rentabilidad de la tierra, es decir por la demanda, los precios esperados y la tecnología (en un marco institucional y de políticas que se supone regirá en el futuro).

Mariano T. dijo...

En tierra es más complicado.
La tasa de capitalizacióin es muy importante, se compara con tasas de riesgo similar, hoy por ejemplo hay mucha liquidez en el mundo, y mucha desconfianza.
Por otro lado es la expectativa de aumento de valor. Las tierras agrícolas ya no se fabrican más, más vale se urbanizan. Lo de Río Negro es una excepción rara.
La tasa histórica es 5%, pero puede bajar al 2 o menos, y eso hace aumentar el valor.

Best Seller dijo...

Mariano, cómo andás? Hoy publiqué un post que trata sobre un análisis estructural del sector vacuno (y que además es prácticamente un resumen de la tesis que estoy haciendo para terminar la carrera). Si te interesa, quería saber tu opinión.
Saludos.

El link: http://estructuradesequilibrada.blogspot.com/2011/07/un-analisis-estructural-del-sector.html