domingo, marzo 25, 2007

Los chilenos tienen razón

Yo ya había avisado que en comercio nadie se chupa el dedo, y que la competitividad a fuerza de subsidios (cruzados, por supuesto), no es una plataforma para exportar.
Chile va a aumentar los impuestos a la importación de pollos argentinos, por considerar que los subsidios implícitos en el artificialmente bajo precio interno del maíz y la soja en la Argentina merecen salvaguardas para proteger su industria avícola.
Los costos de alimentación son claves en la producción de pollos, y entre ellos el maíz es fundamental. Los polleros argentinos reciben un subsidio, proveniente de las retenciones adicionales de la soja, de 80$ la tonelada. Además el precio interno del maíz esta artificialmente barato por efecto de las retenciones en el propio maíz.
La cuenta es mas o menos así: El precio FOB puertos argentinos del maíz es de U$S 170 la tonelada, por lo cual no es de extrañar que el precio interno en Chile sea superior a U$S 180.
Los criaderos argentinos compran el maíz local a U$S 125, y encima reciben un subsidio de U$S 26 por tonelada, por lo tanto su costo es de U$S 99. Esto significa que su insumo básica cuesta un poco más de la mitad que en Chile, cortesía de los chacareros que cultivan maíz y soja en nuestro país. Con las harinas proteicas ocurre algo parecido.
Los chilenos ya habían aplicado derechos compensatorios, con bastante menor fundamento, a los nuestros lácteos, así que esta medida era de esperar.
Similares inconvenientes encontrarán los exportadores nacionales de harina de trigo en cualquier lugar donde no quieran que les revienten la industria molinera local.
La conclusión es que las retenciones y subsidios cruzados son medidas de patas cortas, si se quiere promover valor agregado a nuestra producción, y no reemplazan la competitividad genuina.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vayamos por partes.
El decreto y las resoluciones de la ONCCA claramente indican que el reembolso (por favor no hablen de subsidios) es para la parte de la producción que va a consumo interno.
Lo que pasa es que los países lo utilizan como excusa para embarrar la cancha y trabar el comercio.
En esto hay que ser claro: no le hagamos el juego a terceros países por pegarle a la política de Kirchner.
Llegado el caso y algunos países ya lo han hecho pueden argumentar que el diferencial en el derecho de exportación también es un subsidio indirecto.
Al margen del tema reembolsos, cuya finalidad es contener el precio interno de los alimentos, es importante que cada día salga menos maíz y harina de soja y más pollos, cerdos, huevos y carne vacuna al exterior.
Ahí es donde hay que hacer foco.

Fdo: Bravo Charlie

Mariano T. dijo...

Las retenciones diferenciales son claramente un subsidio a la exportación cuando el insumo es determinante en el costo de producción.
No creo que sea embarrar la cancha, sinó una legítima defensa.
En cuanto a los reembolsos de gastos para consumo interno, todo es negociable, supongo que si mantiene los precios internos, les van a subsidiar la totalidad del consumo, al menos eso es lo que oralmente se prometió.
Coincido en que es mejor que salga el maíz transformado, pero no a expensas de los productores de maíz y soja, ya con la disponibilidad a precios de paridad exportación debería ser suficiente.
No quiero que se genere un statu quo que en el futuro haga más dificultosa la eliminación de retenciones. Por eso banco a los chilenos, y a cualquiera que enfrente estas prácticas desleales, financiadas con guita de los productores.

Anónimo dijo...

¿Los enemigos de mis enemigos son mis amigos?
Diculpá Mariano T. pero no comparto eso de que "banco a los chilenos y a cualquiera que enfrente esas prácticas desleales".
Una cosa es la cuestión interna y otra distinta es justificar un atentado contra el comercio de productos argentinos.

Bravo Charlie

Mariano T. dijo...

Lo que me importa es desarmar las excusas para las retenciones, y que no se usen como ventajas competitivas para exportar. Me siento abusado.