miércoles, junio 08, 2016

Las semillas, Monsanto y el despelote. Parte 1

Hace casi 4 años parecía inminente la sanción de una nueva ley de semillas, hasta yo hice unas reflexiones al respecto, era un tema que requería debate y buena leche. Pero no sucedió, no hubo ley.
Eso generó una serie de problemas, incluyendo acciones unilaterales de empresas semilleras como Monsanto, y a la vez una disminución en la ya reducida cantidad de semilla fiscalizada que se vende en las especies autógamas(1).
La situación en ese entonces era que los semilleros locales de trigo y soja no podían financiar sus gastos de investigación, los extranjeros no querían venir, y varios eventos biotecnológicos en soja que ya estaban presentes en países competidores, acá no estaban disponibles, Qué cambió desde entonces?
La novedad (para bien o para mal) fue la ruptura del statu quo por parte de Monsanto.
Monsanto empezó a vender su soja "Intacta"(con un gen RR y un gen de resistencia a algunos insectos), por canal propio y por licencias a otros semilleros.
La venta de la soja implica la firma de un contrato semillero-productor, que implica una licencia por el uso de los genes patentados.
Como una evolución del precontrato que describí hace 5 años, el productor que voluntariamente compra esa semilla, se compromete a pagar un canon PREVIO si usa el grano para resembrar al año siguiente, a someter el producto de su cosecha a un análisis de Monsanto, y pagar 15 usd de penalidad por tonelada si le detectan un camión con presencia del gen Intacta en su contenido.
Hasta aquí, poco que objetar, solo que vemos a Monsanto cortarse sola para defender sus 2 genes, entre los 46.000 genes que tiene la soja. El resto del mejoramiento genético queda ignorado. Y aquí viene un punto clave: Al solo estar "protegida" la soja con el gen Intacta, la única manera de los mejoradores de proteger sus adelantos genéticos (en los otros 45.998 genes) es pactar con Monsanto para que todas la nuevas variedades tengan esos dos genes . En poco tiempo, las variedades no Intacta quedarían obsoletas.
Este año se Monsanto dio una nueva vuelta de tuerca, ya a lo cowboy.
El control de los granos recibidos, mediante convenios con exportadores  e industriales, se extendió a los puertos y fábricas, con ellos adentro, bajaron a acopiadores y cooperativas, casi por la fuerza de los hechos, y se controla TODA la soja(hayan hecho o no contratos con Monsanto), con un método cualitativo (Intacta si, Intacta no) no homologado por nadie.
Agricultores Federados no controló a sus asociados cuando entregaron, así que tendrá que pagar los 15 dólares de sus bolsillos (por la soja Intacta y por la otra, porque los camiones con alguna mezcla dan positivo), o quedarse sin exportar 4 millones de tn de soja.
Son las cosas que suceden cuando el estado deserta. Y esa deserción lleva 2 años, por lo menos.
Es increíble que Monsanto, en su legítimo interés de cobrar por su tecnología, haya llegado a un límite que hace inevitable que le desarmen su inaceptable sistema, como mínimo por un tema de soberanía. No se puede dejar que una empresa encarajine unilateralmente todo el sistema de comercialización de granos.
 Esta torpeza no es nueva. En 2003 pretendían cobrarle a los importadores de soja argentina una regalía por una soja que acá no estaba patentada, pero allá si pero por sus propiedades agronómicas(pero que no conferían ninguna ventaja al industrial o al consumidor). Los jueces europeos solo tuvieron que busca las propias declaraciones de Monsanto, de que su soja era sustancialmente equivalente,ni mejor ni peor, que la tradicional, para rechazar sus pretensiones. Y acá, en términos de prestigio y marketing, el chiste le salió barato, la competencia le perdonó la vida.
Unos años después, esa torpeza causó que les paralizaran una obra en la que habían gastado millones, teniendo Monsanto toda la razón, porque ante la agitación  "ambientalista" presentaron un estudio de impacto ambiental paupérrimo e incompleto.  Subestimaron estúpidamente la oposición y así les fue.
Lo único bueno de este despelote es que obliga al Estado a intervenir y fijar posición (espero que termine en una ley moderna) Por un lado, no se puede fundar el crecimiento en base a tecnología pirateada . Por otro, no se le puede delegar la fiscalización, tarea inherente al estado, a una empresa privada interesada.
En la próxima voy a avanzar en los parámetros que debería tener una ley de semillas y royalties.



(1)Como ya expliqué en el artículo anterior, en las alógamas no existe este problema porque la heterosis (o vigor híbrido) hace que el híbrido que venden los semilleros sea mucho mejor que los padres