lunes, julio 30, 2007

El coeficiente de Gini y las hortalizas


En el post "Curiosidades de la horticultura" había hecho un pantallazo de las cacterísticas especiales de la oferta de hortalizas y frutas en la Argentina
Una característica de los productos que se venden frescos, con poca posibilidad de hacer stock, y con baja transabilidad internacional es que la oferta en volumen oscila a lo largo del año de acuerdo a las superficies de siembra y la variabilidad climática.
Eso implica que hay momentos en los que el mercado esta sobreofertado, y otros en que esta desabastecido. Las condiciones climáticas este año han causado que hayamos estado, y seguimos estando, más cerca de la segunda posición.
Cuáles son las implicancias de esta situación en los precios?
Cuando algo falta, no es posible que los consumidores compren la misma cantidad que antes, no alcanza. Lo que se produce entonces, es un racionamiento.
En un país comunista ideal(como nunca hubo), el estado diría: "Este mes la ración de tomate se reduce a la mitad para todo los camarradas consumidorres"
Pero el mercado actúa de otra forma: El que lo puede llevar lo paga, el que no lo deja.
Acá aparece el concepto de elasticidad de la demanda: Los pobres tiene una demanda totalmente elástica, hace falta un pequeño aumento de precio para que dejen de consumir el bien en cuestión, lo busquen sustituir por otro, y si el otro también aumenta no compran nada.
Una parrilla de Puerto Madero tiene una demanda totalmente rígida, ellos tienen que comprar x kg por semana, valga lo que valga, porque no pueden decirle al comensal que se acabó la "mixta".
Los ricos tiene una demanda bastante rígida también, y la clase media busca sustituir hasta que también hace subir el precio del sustituto(ensalada de repollo en vez de lechuga).
En unja sociedad totalmente igualitaria(como nunca existió) el precio sube un poco, y la elasticidad no depende de los ingresos, sinó de las preferencias de cada consumidor, en este caso, los "new age" mantendrían el consumo de verdura, y los gorditos nos inclinaríamos a opciones más calóricas.
En uan sociedad tan desigual como la nuestra, "billetera mata galán", y la escasez se maneja de tal manera que los precios suben mucho, hasta que la billetera de los que pueden elimina la competencia de los que quieren y no pueden. ¿Cuanto tiene que valer el tomate para que en vez de comprar un kg cada uno, yo compre 2 kg, y vos pobretón no compres ninguno? Es como cuánto tiene que costar el peaje para que no circule ningún auto viejo por la autopista.
Esa es la relación entre el Coeficiente de Gini y los precios de las verduras: Sociedad más desigual=Mayores aumentos cuando falta oferta.
Esto no lo podemos arreglar con manejos en el Mercado central, es un tema del sistema capitalista, y al que no le guste "ajo y agua".
Cuáles son las implicancias en este contexto de la suba en el mínimo no imponible?
La respuesta es obvia: Los pobres consumirán menos.
Así que va a haber que esperar que llegue el verano para comer verdura.

viernes, julio 27, 2007

Coincidencias

Coincidir con Ignacio Iriarte, tal vez el mejor, o sinó le pasa raspando, analista de los mercados ganaderos, pero un mes antes, es algo de lo que enorgullecerse.
En esta nota sugerí que la ganadería de la Pampa Húmeda se estaba encaminando a quedar confinada en los típicos campos de cría, y con terminación a corral para el mercado interno, mientras que eso sería compensado por el desarrollo de la ganadería en el Norte, que produciría un novillo pesado tipo exportación.
En esta nota de La Voz del Interior que levanta FYO, Iriarte confirma que es lo que precisamente esta sucediendo, no en el futuro sino en este mismo invierno, pero puntualizando los problemas de abastecimiento que este modelo espontáneo va a traer en el corto plazo: No hay suficiente cantidad de corrales activos para engordar la producción pampeana de terneros, lo que por un lado va a causar dificultades de abastecimiento, y por otro va a hacer bajar el precio del ternero de destete a niveles que complicarán a los criadores, que de yapa obtienen malos precios por su otro producto(la vaca de descarte) debido a ridículas restricciones a la exportación.
Se ha dicho hasta el hartazgo que las crisis representan una amenaza y un desafío simultáneamente. Si un chacarero como yo, que ve la ganadería del otro lado del alambrado se ha dado cuenta, me parece que la desorientación de las autoridades obedece a que no saben cuantas patas tiene una vaca.

domingo, julio 15, 2007

Podrido de los términos del intercambio

"Palos porque bogas, o palos porque no bogas", o "A estos no hay choclo que les venga bien", sería la mejor forma de describir el efecto de "Los términos del intercambio" en la constelación de economistas agrofóbicos que abundan en la Ciudad Autónoma.
La proclamada tendencia secular de deterioro de los términos del intercambio, hace mucho que viene dando pasto a los Ferrer y otros, proclamando que, en vez de apoyar a un sector supuestamente condenado al retroceso, hay que desangrarlo en beneficio del resto de la economía, antes de que la maldición bíblica del DTI lo liquide.
Por otro lado, cuando parece que la tendencia se revierte, otros se alarman por el impacto de los aumentos de los costos de alimentación en el habitante de las grandes urbes.
O sea que tanto porque se deterioran, como porque mejoran, los "términos del intercambio" constituyen la muletilla para la angurria de los agrofóbicos de las grandes ciudades por apropiarse de los recursos(crecientes o decrecientes) que genera el agro aregntino. Y a pesar de haber buscado, no encuentro referencias de que en otras latitudes se repita el mismo fenómeno.
No voy a hablar del otro término de la ecuación (el difuso denominador que esta del otro lado de los productos agrícolas), sinó del precio de estos productos, y las relaciones que lo fijan.
Todo precio se compone de relaciones de oferta y demanda. Por el lado de la oferta vemos en este informe de la FAO los aumentos anuales de distintos componentes en los últimos 15 años(1990-2005, antes de los biocombustibles):
Población Mundial: 1.4%
Producción de alimentos: 2%
Producción per capita: 0.9%
Cereales básicos: 1%
Oleaginosas:4%
Carnes: 2,7%
Frutas y hortalizas: 3.8%
Todo esto se produce mientras desciende levemente la superficie global dedicada a la agricultura y ganadería, o sea que todo es resultado del cambio tecnológico.
Obviamente es la demanda la que modela la oferta relativa de los distintos productos, y la tendencia parece ser consumir menos cereales básicos, y consumir más productos "sofisticados"(carne, verduras, aceites), producto de que una creciente proporción de la población mundial(sobre todo en China),aumenta sus ingresos.
Como el cambio tecnológico significa un aumento anual en la producción per capita, para que los precios agrícolas no se destruyan siempre fue indispensable este cambio cualitativo en la demanda hacia productos más ineficientes en términos energéticos (carnes y aceites). Si todos fuéramos eficientes y solidarios y comiéramos solo cereales y legumbres, seríamos más sanos y habría menos hambre pero la superproducción mundial sería astronómica. Pero sucede que cada vez más gente en países en vías de desarrollo se urbaniza, aumenta sus ingresos y cambia su dieta.
Es en este contexto que los biocombustibles le agregan un "boost" a la demanda, lo que obviamente hace subir los precios. E incide sobre el maíz(consumido más por animales que por humanos)y los aceites. Será estructural, será transitorio?
Es dificil decirlo, pero los economistas argentinos agrofóbicos siempre encontrarán en cualquier escenario un pretexto para justificar la transferencia y apropiación de lo que el agro argentino genera.
Por eso estoy podrido de los términos del intercambio.

lunes, julio 09, 2007

Darse cuenta

"Darse cuenta" es un proyecto de comunicación al público, creado por AAPRESID, AACREA y ACTA (que es la asociacióm de cámaras de insumoa para el agro)
Estos son los pincipos y la filosofía del proyecto, que ya es una realidad:

Tenemos una visión: Una Argentina transformada por un cambio de actitud de los argentinos.

Tenemos una misión: Impulsar el debate de ideas que nos permitan darnos cuenta de los nuevos paradigmas que definen el progreso de una sociedad en la era del conocimiento.

- Darsecuenta es comprender cuales son los mitos culturales del pasado que nos separan de las naciones que progresan y reducen la probreza.

- Darsecuenta es descubrir que el poder está en nosotros y el cambio siempre nace de la confianza en las propias fuerzas.

- Darsecuenta es reconocer aquello que hacemos bien, lo que nos conecta con el mundo, lo que nos abre un camino con futuro.

- Darsecuenta es una inciativa de entidades agropecuarias, que han entendido que su compromiso con el país, va más allá de la creación de empleo y riqueza



Si bien todo es política e ideología, el objetivo es estar al margen de los debates políticos, y sobre todo de la lucha gremial, que pasa por oto lado.
Invito a los lectores de Patria Chacarera a darse una vuelta de tanto en tanto, para leer los artículos muy interesantes del sitio.

lunes, julio 02, 2007

Desabastecimiento 2

Hace un mes hablé del tema, y la cosa sigue fea.
Hoy tuve que manguearle gasoil a un colega(como odio chupar gas oil de la manguera!!!) para volver a Mar del Plata porque en todo Balcarce no había una gota en ninguna estacion de servicio(YPF, Petrobras, Shell, Esso).
Y para colmo salió en Infocampo que el deficit de urea puede ser de 300.000 tn.
Como no estar de mal humor! Lo único que falta es que no le ganemos a Colombia.

domingo, julio 01, 2007

Competitividad cruzada: Maiz vs Soja, Argentina vs USA 4) Explicación y conclusiones

En el artículo anterior vimos la principal causa por la que le estamos ganando a USA la competencia de la soja. Ante productividad parecida, compensamos nuestra mayor lejanía de los centros de consumo con un mayor porcentaje de exportación industrializada(80% en Argentina contra 26% en Estados Unidos, como muestra el cuadro:


Argentina tiene solo el 11% del mercado mundial de soja grano sin industrializar, pero domina el 47% del mercado mundial de harinas proteicas de soja, y el 57% del mercado de aceite de soja.
Además de eso tenemos mejor economía de escala, compensamos una menor maquinización con la eficiencia del sistema de contratistas; gracias a un error de Monsanto no pagamos el tech-fee por la soja transgénica, todo esto genera, por el momento, una mayor competitividad de la soja argentina.
En el maíz el panorama es mucho más espinoso. No debería sorprendernos que Argentina incremente su producción en años de buenos precios como éste, pero dada la brecha en productividad y costos, ante una superproducción que baje los precios nos pintarían la cara, máxime teniendo en cuenta el sistema de precios mínimos garantizados en Estados Unidos.
En el post anterior vimos un gráfico con los rindes comparados en Argentina y USA, estoy convencido que las políticas antiagrarias han jugado un papel fundamental en este atraso, y las políticas neutras con el agro un rol importante en la recuperación.
El maíz necesita para lograr alta productividad mayor cantidad de fertilizantes que la soja. Durante décadas las políticas de tipo de cambio diferencial han ocasionado que los fertilizantes nitrogenados costaran en la Argentina más del doble de kilogramos de maíz que en Estados Unidos. Con los costos de transporte, y el costo de la energía necesaria para el secado del grano sucedió lo mismo. Esto causa que las zonas que cosechan con alta humedad, o no estan aledañas a los puertos queden fuera de mercado ni bien el precio de maíz disminuye.
Por eso, y por otras razones que explicaré después, recién se empezó a fertilizar generalizadamente el maíz hacia mediados de la década del 90.
Hubo otra razón. El divorcio de los precios internacionales, y el retraso en investigación genética, ocasionó que en el momento de mayor desfasaje en produdcción relativa por hectárea(1960-1990, como vemos en este gráfico), se consolidara un paradigma de producción distinto al americano: Híbridos dobles colorado duros sin fertilizacíon nitrogenada en Argentina, contra Híbridos simples dentados con abundante fertilización en Estados Unidos.
La lucha por cambiar este paradigma empezó a mediados de los 80(y debo decir, que yo mismo aporté algún granito de arena). Los híbridos simples tenían semilla más cara y se suponía que resistían menos la sequía, el maíz dentado no se iba a poder exportar a nuestros mercados, y la fertilización nitrogenada era contraproducente ante las frecuentes sequías en el período crítico del cultivo. Costó una década abandonar estos prejuicios, que demostraron, salvo el mayor precio de la semilla, ser completamente falsos. La adopción de la siembra directa hizo más eficiente el uso del agua, los híbridos simples semidentados(creados con investigación local) se adaptaron a la zona núcleo maicera y a otras áreas de cultivo, y se demostró que, dadas las dos condiciones anteriores, la respuesta a los fertilizantes era económicamente viable.
Sin embargo, ahora que estamos por alcanzar una cosecha record, y se vislumbra una aún mayor en el 2008, hay nubarrones en el horizonte. Los tipos de cambio netos diferenciales entre el maíz y los fertilizantes determinan una relación insumo/producto desventajosa respecto a nuestro competidor, hoy tapada por los altos precios que trajo la movida bioetanol en Estados Unidos. Este problema nos va a golpear cuando los americanos se lancen a recuperar el mercado que perdieron al aumentar su consumo, y se puede repetir el estancamiento que sufrimos entre 1999 y 2005.
El verdadero granero del mundo es Estados Unidos, y dificilmente podamos competir con ellos si el estado argentino nos ata una mano a la espalda, por puros prejuicios ideológicos, y por codicia de otros sectores de nuestra economía.