viernes, abril 26, 2013

Soja y blue

De acuerdo con la inveterada costumbre desde 2008, ciertos medios se dedicaron estos días por acusar a los productores simultáneamente de no vender cantidad suficiente de soja y de usar sus pesos para redolarizarse en el mercado blue. Una obvia contradicción.
En este artículo, y en este, escribí sobre las tendencias, contradictorias, que pueden hacer que el productor venda normalmente o con más lentitud que los años anteriores.
Hasta ahora, en la mitad de la cosecha, la venta viene un poco más lenta. Los productores que cosecharon maíz han hecho caja con este cultivo, cuyo saldo exportable esta comprometido en un 90% (aunque todavía no se terminó de embarcar). Las tendencias bajistas en el mercado internacional se han sosegado un poco, y obviamente la tensión en el mercado del dolar verdadero (el blue) aumenta la incertidumbre y la tendencia a ser más conservador con las ventas de soja (desensillar hasta que aclare). Nadie quiere tener $ en las manos, queman.
Los puertos, sin embargo, estan abarrotados por la demora en cargar los barcos a causa de los dobles o triples controles de la AFIP, eso también dificulta el proceso de venta y cobranza (para qué vender sin cupo para cargar y cobrar?)
Lo que debe quedar claro, es que la mayor liquidez por las exportaciones, que se le pagan en pesos al productor, no queda en sus manos. Lo normal en Abril es que lo que se cobra se destina a pagar compromisos y deudas. Así que si los pesos de la soja se vuelcan parcialmente al blue, eso corre por cuenta de los proveedores y prestadores de servicios al agro.
No va a ser así en Mayo y Junio, cuando se pagan los arrendamientos y el productor empieza a hacer caja para enfrentar los compromisos futuros. Eso si puede generar bolsones de liquidez que pueden buscar inversiones alternativas de corto plazo. Eso no esta ocurriendo todavía, pero puede suceder en 30 días, así que si yo fuera del gobierno no trataría de apurar las ventas.
El otro efecto del blue es la brutal diferencia de cotización de la soja entre el mercado interno y los países vecinos. Una soja de $1620 en Rosario equivale (por el flete) a $1300 en Formosa o Salta. Con el precio del blue de hoy (9,28) la soja en Paraguay o Uruguay vale alrededor de $ 4500. Son $90.000 mínimo de diferencia por camión. Y ya hace un año que los vecinos vienen comprando diferentes productos alimenticios (harina, aceite, papa, cebolla, etc) para llevárselos por izquierda a su país, así que el canal parece que ya esta "aceitado". No creo que, con mínimos y obvios controles, el volumen sea significativo. Un camión con harina que va a las provincias del norte es algo habitual, mientras que un camión con soja en esa dirección va a "contramano" del tráfico habitual a los puertos. No debería escapársele (gratis, al menos) a los que custodian las rutas. Encima la cosecha de NOA y NEA este año es bastante magra por la sequía, casi desastrosa.
Es absurdo pensar, como dice pensar el gobierno, que estas distorsiones, crecientes desde 2011, no pueden afectar a la economía real.
La situación económica se esta deteriorando día a día, la incertidumbre aumenta, una cosecha razonable con excelentes precios internacionales no luce como las cosechas de hace 2 o 3 años. Estas situaciones son una pequeña parte de las consecuencias que le causará al país la agudización de las contradicciones del modelo económico.

lunes, abril 08, 2013

Fin de la era del glifosato?

En los últimos meses este tema se esta debatiendo en el sector agrario argentino, y también en otros países.
El problema es que hay malezas que se han tornado altamente tolerantes o resistentes a este herbicida, que cuando se abarató (al vencerse la patente), generó una revolución técnica junto con la siembra directa en la agricultura argentina.
Estas malezas resistentes no han surgido por un "contagio de genes" desde la soja o el maíz RR, sino por ancestral proceso de selección natural.
Podemos ejemplificarlo con un ejemplo más casero, que son los shampúes para piojos. Cada tanto sale un producto nuevo que promete ser más efectivo que los anteriores (que el público dice que ya no vienen "fuertes" como antes).
Este shampoo nuevo tiene un insecticida que al principio se manifiesta como imbatible. Se comprueba que mata "todos" los ejemplares que un chico tiene en su cabeza. Pero nunca es así, con el 99,99% de efectividad, que es más de lo que podemos medir, estamos totalmente satisfechos. Pero que pasa con los supervivientes? Por algun motivo hay algunos ejemplares sueltos que tiene un mecanismo que les permite tolerar el nuevo insecticida. Puede ser que tengan barreras a la penetración, o mecanismos fisiológicos que le permiten detoxificar el veneno, o un proceso metabólico alternativo que "puentea" el proceso bloqueado por el inscticida.
Qué sucede con el tiempo? Si aplicamos solo ese principio activo, (los piojos resistentes al insecticida nuevo pueden ser susceptibles a otro, ya sea nuevo o viejo), los piojos resistentes van a sobrevivir, junto con algunos otros susceptibles (porque el shampoo se aplica mal, o se deja de aplicar con un tiempo). Es obvio que los piojos resistentes van a dejar mucha más descendencia que los otros, es inevitable que con el tiempo se apareen piojos resistentes entre si, y dentro de la población general de piojos van a predominar cada vez más. Tal vez en 2 años, tras 24 generaciones, un 70% de los piojos ya es resistente, y las madres van a decir "El Shampoo xx ya no viene como antes"
Con las malezas sucede lo mismo, con la ventaja de que solo tenemos una generación por año. Si nos pasamos 15 años aplicando solo glifosato en un campo determinado, es inevitable que ahora veamos plantas que son tolerantes o resistentes al herbicida. Luego las semillas de esas malezas se diseminan con el viento,  o las transportan las cosechadoras o los camiones(junto con el cereal), y el problema se hace importante.
El anteaño pasado llegó acá, al sur de la provincia de Buenos Aires la "rama negra"(Conyza bonariensis) resistente a glifosato. Dado que produce millones de semillas por hectárea, diseñadas para ser arrastradas cientos de km por el viento, el problema se ha generalizado a la casi totalidad de los campos.
Hay solución? Si la hay. La primer consecuencia es que la soja dejó de ser un yuyo facil apto para chambones. El productor común va a tener que consultar un profesional. Hay herbicidas (nuevos y viejos) que la matan, la mayoría no son selectivos para la soja, pero se pueden aplicar entre la cosecha y la nueva siembra 6 meses después.
La segunda consecuencia es que la producción de soja se encareció 30 U$S por ha como mínimo (y si tenemos una combinación de sorgo de alepo y rama negra resistentes posiblemente hasta 60 U$S).
Eso significa de 10 a 20 U$S de costo extra por tn, lo que representa del 3 al 6% del precio interno.
Se acabó la era del glifosato? Lo que se acabó es el glifosato como comodín y única solución, pero todavía es el producto que controla el 99% de las especies de malezas que tienen nuestros campos. Se va a seguir usando mucho tiempo más, pero ya no solito, sino como parte de un paquete. Y con la necesidad de rotar productos y modos de acción, para evitar resistencias cruzadas.
Qué podemos esperar en el futuro? La aprobación de nuevos herbicidas es un proceso muy caro, pero este problema va a generar un mercado que puede incentivar la investigación y desarrollo de las compañías. También vamos a ver en el futuro sojas resistentes a varias familias de herbicidas. Pero el contrario también juega, no cabe duda de que el elenco de malezas resistentes se va a ir ampliando, y que la resistencia puede incluir a familias enteras de herbicidas que actúen de igual manera en el metabolismo vegetal (por ejemplo los ALS), y nos sacarán de combate a docenas de productos de un golpe.
La lucha contra las malezas es una preocupación de la agricultura desde el neolítico, y lo seguirá siendo. Tuvimos un recreo de 15 años(un segundo si lo comparamos con los 30.000 años de la actividad agrícola), y hay que seguir usando intensivamente la principal herramienta de cualquier actividad humana: El cerebro.