Siempre me pareció muy negativo la existencia de las retenciones a las exportaciones, porque el dolar alto se termina planchando, lo mismo que cuando los precios internacionales suben circunstancialmente. Ya nos referimos a eso en el post anterior
En es caso de este fin de año, a la justa quita de las retenciones también se agrega un casi seguro reacomodamiento del tipo de cambio que refleje el descontrol monetario de los últimos 2 años (o más)
La quita de retenciones significa una mejora en la rentabilidad de los cultivos. La subida del dolar representa otra cosa, es un cambio significativo en la secuencia de esta campaña que arrancó en rojo. Los productores se endeudaron en pesos (con mayor o menor tasa de interés)para sembrar esta campaña que anticipaba márgenes negativos, esperanzados en lo que finalmente va a suceder, una devaluación del peso. La consecuencia es que los cheques que adornan todos los comercios y compañías proveedoras se van a terminar pagando, ya que las tarjetas agropecuarias (los bancos cobran primero) van a dejar un saldo positivo en la cuenta para atajar esos cheques. No va a llegar la sangre al río. El año que viene comprobarán que los costos han subido de la mano del dolar, pero es futuro, esta campaña esta salvada, solo por eso.
Los productores que han hecho opciones más conservadoras (como sembrar menos o no sembrar), los que ya se habían ido del negocio, o los que tienen una reserva para una inversión, estan todos posicionados en producto, básicamente soja. No hago conjeturas sobre cuanto hay. Ellos seguramente van a empezar a vender estos días, una vez que todo se haya estabilizado, sobre todo la situación cambiaria. Nadie va a vender a 9,70 si en unos días va a estar a 13 o 14, según dicen los analistas.
Hace unos días circuló una versión (lo que declare Echegaray no puede calificarse distinto) de que había 11.000 millones de dólares en granos, de los cuales la mitad eran 9,5 millones de tn de trigo, y 21,5 millones de tn de maíz (el resto soja). Para mí es falso. Cuesta creer que, con la necesidad angustiante de dólares de los últimos meses, la exportación de estos dos cereales estuviese cerrada como estuvo, si hubiera stocks tan altos para exportar. Salvo que Echegaray le hubiese ocultado el dato a Kicilof. Pero no hagamos fantasías, probablemente quede un 20% de esa cifra esperando que se abran finalmente las exportaciones y desaparezca la necesidad de los malditos ROEs. Soja es otra cosa.
Lo importante es que cuando los efectos de esta devaluación se hayan disipado, como ocurre tarde o temprano, lo que va a hacer la diferencia es que han quitado, y seguirán quitando lo que falta(soja), las retenciones a las exportaciones que tanto mal han hecho.
martes, diciembre 15, 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario