Desde diferentes usinas oficiales se esta insistiendo con una posible cosecha record este año.
De acuerdo con los números publicados y las estimaciones oficiales y privadas, tendremos una cosecha de cereales y oleaginosos de alrededor de 101 millones de toneladas, similar a la de 2011.
En agricultura, donde las técnicas y la genética evolucionan continuamente, no deben llamarnos la atención los records. Lo anormal sería que no los hubiera. Veamos la historia de los últimos 90 años de nuestra agricultura:
Cada flecha es una cosecha record. Vemos que ha sido una constante, salvo en el período de retroceso 1939-1953 y de estancamiento 1953-1963. El record de 1935 tardó 30 años en ser casi empatado, y no pudo ser superado hasta 1971, 36 años después. Pero salvo ese período, una producción creciente (a diferentes velocidades) fue la constante.
En el gráfico anterior se nota mucho la incidencia de las variaciones climáticas anuales. En el siguiente gráfico se representan las medias móviles bianuales que suavizan un poco las curvas y hace más fácil ver tendencias:
Así que vemos que tanto acá como en el resto del planeta, lo normal es que la producción agrícola crezca anualmente, gracias a Dios por encima del crecimiento de la población. Desde 1945 la producción mundial viene creciendo un 2,2%.
Y a nosotros como nos fue?
En este post, donde me refería al Plan Agroalimentario, me explayé sobre el tema. Hasta 1941 crecíamos al 2%, entre 1941 y 1957 retrocedimos al -1,5% anual, desde ahí empezamos a recuperarnos al 3% anual, y luego de un nuevo retroceso entre 1985 y 1989, comenzamos un período de 18 años de crecimiento extraordinario de 5,65% anual, que triplicó la cosecha entre 1990 y 2008.
Pero como estamos ahora, y qué podemos esperar para el futuro?
En el gráfico se ve un cambio de tendencia desde 2008, el año del conflicto entre el campo y el gobierno.
En línea azul de rayas se ve como sería la proyección de la producción si hubiésemos seguido con la tendencia con la que veníamos entre 1990 y 2008. Para este año habríamos pronosticado 123 millones de toneladas, en vez de saltar en una pata por 101-102.
Para ser honestos, aún con un buen gobierno habría sido difícil mantener esa tasa de crecimiento. No por el incremento de productividad, sino porque habría sido muy difícil mantener la tasa de ampliación de superficie agrícola.
Pero en cambio si habría sido muy probable crecer un 4% anual, como marca la segunda línea, eso habría dado una cosecha de 114 millones de toneladas. Eso habría aumentado el saldo exportable de este año en 4500 millones de dólares, un dolor de cabeza menos para el ministro de economía, quienquiera sea. Con esta tasa de crecimiento, habría sido perfectamente posible alcanzar las 160 millones de toneladas para 2020 o 2021, como preveía el Plan Estratégico Agroalimentario.
Para mi resulta claro, en cambio, que desde 2008 y por los próximos años si no cambia la política agropecuaria, el crecimiento se reduce a un modesto 1,3% anual, y eso si se mantienen altos los preciso internacionales, que en los últimos dos años han sido excelentes.
Esta tasa de crecimiento, que puede reducirse aún más si bajan los precios internacionales, es inferior al crecimiento mundial de la producción, con lo que estaríamos perdiendo posiciones. también es inferior al incremento de la población y al crecimiento esperado de la economía argentina (y por consiguiente las importaciones). Esto agudizaría claramente la restricción externa (falta de divisas) que aqueja a la economía los últimos dos años.
Para 2020, la diferencia entre los dos escenarios (crecer en producción al 4 o al 1,3% anual), significaría una brecha de cosecha de 44 millones de toneladas. A los precios actuales eso sería 14 o 15.000 millones de dólares por año de exportaciones.
Cuáles son las causas de dicha brecha? Para mi el cambio de clima que significó el conflicto, además de las restricciones a las exportaciones de trigo y maíz, y el mantenimiento en nivel muy alto de las retenciones, conjuntamente con el atraso del tipo de cambio real, tiene una serie de efectos negativos. El primero y más grave es la baja en el nivel de inversión. Esto se da tanto en el nivel de inversión a largo plazo, como a corto plazo, como podemos ver en el siguiente cuadro de consumo de fertilizantes:
Este cuadro muestra un consumo estancado desde 2007.después de dos rachas de fuerte crecimiento entre 1991 y 1996, y otra entre 2001 y 2007. Se estima que para lograr el objetivo de las 160 millones de toneladas del PEA en forma sustentable, deberíamos consumir como mínimo 6 millones de toneladas, casi un 100% más que ahora.
Este aumento en la fertilización, junto con rotaciones de cultivos más adecuadas que las que se practican hoy en promedio, un equiparamiento entre las técnicas de los mejores productores y el productor promedio (que se esta ensanchando), y mantenerse en la frontera de la tecnología en genética, no solo permitiría alcanzar los objetivos, sino hacerlo de manera sustentable.
El menosprecio hacia el sector agropecuario como factor de progreso y desarrollo esta haciendo caer al sector en el mismo pozo de estancamiento de hace 70 años, que ocasionó, además de la famosa "restricción externa" y el "stop and go", atraso en todo el interior del país. Y termina dañando al mismo gobierno, y a los que seguirán.
lunes, junio 17, 2013
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4 comentarios:
excelente informe
Viendo esto, no me cabe dudda que el tema principal del resto de la década, salvo que se arme un despelote grande con devaluación monstruo, va a ser la escasez de divisas.
Daño autoinfligido de los que creen que hay una contradicción entre la producción agroindustrial y la manufacturera.
Por lo que veo en el gráfico que no contiene la varianza de los puntos medios, ni las bandas de confiabilidad correspondientes del 90 o 95% puedo deducir que no hay período mas próspero en los últimos 100 años que esta última década Kichnerista, les guste o no esos son los datos.
En una media bianual hay que calcular varianza? Intervalo de confianza? me parece que errás.
Y si post 2015 la producción tiene otro cambio de tendencia, pero para arriba, tu última frase va a ser risible.
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