lunes, noviembre 14, 2011

Chacareros for export

En los últimos años hemos visto que varios grupos productores agrícolas de Argentina han ensayado una expansión hacia otros países. En la mayoría de los casos hacia países vecinos, pero hay ejemplos de algunos que han ido a probar suerte a lugares más lejanos.
A qué se debe esto?
Lo que subyace detrás de este fenómeno es el agotamiento de las posibilidades de expansión en la Argentina. Incluso con las cifras optimistas del Plan Agroalimentario, la superficie sembrada, si descontamos las siembras de segunda, solo crecerían un 1,6% anual.
A eso le debemos agregar que la intensificación técnica en agricultura extensiva ya ha alcanzado la etapa en que no son necesarias grandes inversiones, al menos para arrendatarios y contratistas. Por supuesto los propietarios que explotan sus tierras (el 50% de la superficie) tienen camino para recorrer en lo que respecta a riego, silos, y demás elementos de infraestructura a nivel predio, pero cómo  pueden agrandar su negocio los arrendatarios?
Este agotamiento se traduce invariablemente en una exacerbación de la competencia por tierras, y en una disminución de la tasa de ganancia de los arrendatarios, no solo de los que sueñan expandirse sino de los que pretenden mantenerse.
Con el tiempo se nota que hay recursos humanos y financieros que empiezan a sobrar, y la tendencia a agrandar el negocio de cada uno se choca con limitantes físicas.
A eso le debemos agregar que la seguridad jurídica, que es la otra cara de la moneda de la rentabilidad, no parece tender a incrementarse por acá, por eso el resultado de las últimas elecciones puede significar un incremento en esta tendencia   a buscar otras fronteras.

  • Lo primero que busca un agricultor es lugares donde nuestro modelo de producción pueda adaptarse bien, con cambios menores. Podemos manejar bien ambientes donde las lluvias son limitantes, o donde hace falta celeridad para las tareas de siembra, o donde no abunda la mano de obra capacitada (hasta se pueden exportar tractoristas para capacitar a los locales). También se debe tener en cuenta las regulaciones con respecto a transgénicos, para determinar que cambios se deberían aplicar a las tecnologías d producción con las que el productor argentino se encuentra más familiarizado.
  • Pero el principal aspecto (aunque no siempre como veremos más adelante) es que haya tierras mal cultivadas o sin cultivar. Hoy en día hay potencial de expansión en países limítrofes como Brasil, Paraguay o Bolivia. También en países no tan limítrofes como Colombia (descarto a Venezuela por motivos obvios), o incluso países lejanos como Ucrania o Kazakhstan. Mención aparte merecen los países que  estan entre Sudáfrica y el Ecuador como Mozambique, Zambia, Tanzania, Angola y Malawi(excluyo a Zimbabwe por las mismas razones que venezuela), donde se estima que hay entre 40 y 100 millones de ha sin cultivar por falta de capital, tecnología y recursos humanos calificados.
  • En cada país hay que evaluar el mercado de tierras. Tanto en tierras para venta como en tierras para arrendar. En algunos países se pueden hacer buenos negocios de compra, pero más común puede ser encontrar grandes cantidades de tierra para arrendar con plazos largos, a precios que permiten obtener altos retornos.
  • También es importante observar los mercados. Muchos países importan alimentos a pesar de tener tierras ociosas o escandalosamente subutilizadas. En otros casos habrá que ver si se puede producir a un costo competitivo para exportar, y si esas exportaciones encuentran algún obstáculo de política económica como en Argentina, o si se reciben libremente los precios internacionales, y sin permisos de exportación (ojo con los países ex URSS). Acá podemos incluir la seguridad jurídica, que es uno de los temas principales para un inversor extranjero. Hay reglas claras y estables? Dependemos de los caprichos de un mandamás o las medidas económicas pasan por un Congreso donde se genera el debate y el tiempo para acomodarse a cualquier cambio?
  • Por supuesto la infraestructura para acceder a los mercados, y la disponibilidad de insumos es otro factor a tener en cuenta.
  • Difícilmente encontremos como en Argentina o Uruguay una red de contratistas de labores agrícolas a medida, por lo que toda la maquinaria (a veces hasta los camiones) deberá ser adquirida por el agricultor. Pero a cambio en muchos países hay préstamos subsidiados para estas compras, y hasta la posibilidad de importar maquinaria usada (cosechadoras y sembradoras) de EEUU a precios muy bajos, (lo que esta prohibido en la Argentina). 
Todos estos factores determinan una rentabilidad de la inversión en otro país. Y siempre existe un trade off entre rentabilidad y seguridad. Si en un país africano nos dan 20.000 ha en arrendamiento a 99 años por un precio ridículo, lo que determina un retorno altísimo( y eso sucede), algunos podrán obviar la inestabilidad política de esos países  y la posibilidad de que esos 99 años se transformen en 5. En cambio conozco un caso de una persona conservadora que vendió muy bien su campo cerca de Marcos Juarez y se compró un poco más de la mitad de superficie de tierra de similar calidad en Illinois (USA), pero estaba harto de retenciones, ROES, y demás yerbas, y quería seguir trabajando en un ambiente donde el Estado extiende una red de seguridad para los productores, en vez de hacerle el negocio cada vez más dificil.  Y eso a pesar de que no le resulta fácil conseguir mucha tierra en arrendamiento para agrandarse.
No creamos que somos los únicos que estamos pensando en agrandarnos. Donde quiera que vayamos va a haber competencia. No a nivel de Uruguay, donde los extranjeros han adquirido preponderancia en la agricultura, y queda poca tierra para expandirse, pero en ningún lugar van a estar solos los que vayan. En todos los países de America latina vamos a encontrar argentinos que fueron antes, y muchos brasileros. En Europa oriental ya el negocio lo vieron alemanes y franceses. Y en Africa hay no solo brasileros ( muy apoyados por las ambiciones geopolíticas de Brasilia), sino también americanos, europeos, chinos y hasta árabes (también rhodesianos expulsados y sudafricanos).
En resumen, los recursos financieros y humanos que empiecen a sentirse encerrados en la agricultura argentuina tienen oportunidades para desarrollar modelos de producción similares en otros países con alta probabilidad de éxito. Los que lo vean antes van a resultar favorecidos

5 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad, no se como entra en este post un par de cosas
a) la posibilidad de retenciones en Paraguay, pareceria que salen, leer diarios
b) la mala calidad, minas, etc que comentaste en alguna discusion del papel de China en Africa, o el de ahora esta mal o el de antes estaba mal.

ayj

Mariano T. dijo...

Lo de Psaraguay es un factor más a tener en cuenta, le baja el precio.
Y en Africa una cosa no quita la otra. Que el desarrollo de esos millones de ha sea un tema largo y dificultoso, no quita que haya buenos negocios para hacer. Con todas las facilidades que tiene nuestro país, nos costó 20 años llegar adonde estamos.
Lo que yo dije antes es que puede llevar medio siglo desarrollar esas 60? millones de ha, pero eso no quita que los primeros 10 millones que se desarrollen esta década van a ser la crema del negocio, el premio a los pioneros, que según David Ricardo siempre van a tener una renta diferencial respecto al resto.

Anónimo dijo...

si, pero para eso ya estan los chinos, que vienen poninedo guita y medios de comunicacion, de ellos, desde 1970.
http://en.wikipedia.org/wiki/TAZARA_Railway

Pancho dijo...

Me fui a sembrar a Uruguay hace 4 años, y a pesar de que una seca casi me liquida, no me arrepentí un solo minuto de esa decisión. El único problema es que ahora hay más argentinos que uruguayos.
Para envidia de muchos, ya tengo la soja 2012 vendida a 495 puesta en Nueva Palmira. Y el trigo a 290.

Mariano T. dijo...

La opción uruguaya fue muy buena para los primeros que fueron, ahora hay más competencia pero todavía queda la ventaja de as instituciones uruguayas, y un pequeño potencial de expansión que todavía queda.
Pero creo que Brasil, que también tiene más seguridad jurídica que Argentina, tiene mucho mayor potencial de expansión, y es un mercado menos saturado, que augura mayores tasas de ganancia para esta década.