En el artículo anterior nos concentramos en el nudo actual.
Después se generó una solución parcial(en todo el sentido de la palabra parcial), y se enfatizó, por suerte, en la necesidad de una nueva Ley de Semillas. Que debe ser general, no parcial, y no concentrarse en las patentes, sino en todo el sistema de semillas.
Qué debe darle a la Argentina una nueva ley? Lograr que haya abundantes y necesarias inversiones en mejoramiento genético de las especies principales, brindándole a los productores el resultado de ese mejoramiento a un precio razonable.
Además, se debe tener en cuenta que el tema genético de los principales cultivos, es un tema de soberanía y seguridad nacional, que debe ser controlado.
La ley debe enfatizar la función fiscalizadora y reguladora del INASE, en el marco de reglamentos que den reglas claras a mejoradores y productores.
Las innovaciones patentadas(OGM) deben tener una protección como propiedad intelectual, pero es igual de importante que el mejoramiento convencional, del resto de las decenas de miles de genes que tienen los cultivos, tengan una protección efectiva que haga rentable la investigación genética.
Vayamos a los bifes:
1) La ley es para regular y proteger las creaciones fitogenéticas y su comercialización.
Pare eso deberían ser inscriptas en el registro,(con o sin patentes). La exclusividad de la comercialización por el creador debería tener un principio y un final, para generar un incentivo al progreso constante(y no dormirse). Para mi 6 años es suficiente. Luego de ese período, la variedad debería ser pública. Las patentes deberían durar el menor lapso que permitan los convenios internacionales(ojalá no fueran más de 12 años, pero no se). Cuando una variedad pasa a ser pública pero sigue usando la patente, los que la comercialicen (cualquiera) deberían reconocer al dueño de la patente el mismo fee que pagaba el obtentor (o el mismo porcentaje del precio).
2) El productor puede comprar la semilla que le vende directamente el semillero, o sembrar lo que cosechó el año anterior, pero en este caso debería estar sujeto a las siguientes reglas:
a) Productores de menos de 70 ha: Podría usar su semilla durante 3 campañas sin cargo. Luego debería volver a comprar.
b) Productores más grandes. Deberían pagar una regalía por cada hectárea sembrada con semilla cosechada el año anterior. Durante 2 o 3 campañas. Esa regalía la fija el INASE, donde esta representado el Estado, los semilleros y los productores.
La regalía se debe dividir para 4 destinos: El obtentor, el dueño de la patente si existe, el INASE para su funcionamiento, y el INTA para financiar su programa de mejoramiento de soja y trigo.
Por ejemplo si se fijan 40 kg de soja por ha, entre obtentor y patente deberían repartirse 30 kg, 3 kg para el INASE y 7 kg para INTA. Esos 40 kg representarían(en el 70% del área sembrada), 126 millones de dólares en soja y 28 millones de dólares en trigo. No es poco. El resto del área serían semilla original, semilla de variedades públicas y productores de menos de 70 ha.
Las estampillas que los semilleros deben colocar en las bolsas originales que venden también generarían una contribución para el INASE y el INTA.
3) Esto se controla por el mecanismo que escuché que piensan utilizar: Cada productor debe presentar al INASE una DJ de has sembradas, como la que hace con la AFIP, agregando los datos de origen de la semilla. Donde la compró y con qué factura, y si es propia el nro de la factura de la regalía abonada al semillero (o al INASE). El que no lo haga o la falsee tendrá una multa, para controlar eso el INASE recibe dinero que invertirá en inspectores. Como se cruzan datos con la AFIP, para macanearle al INASE deberá también macanearle a la AFIP, lo que es más delicado.
Quedarían los siguientes jugadores:
1) Los semilleros que venden semilla al productor (o que venden a multiplicadores), con sus planes de mejoramiento o introducción, y que si lo estiman convenientes licencian genes patentados de las compañías de biotecnología. Ellos y los productores son el principal objeto de la ley. Los semilleros facturarán semilla original y regalías establecidas por el INASE por la resiembra de sus variedades
2) Las compañías de biotecnología y sus patentes. Harán los acuerdos con los semilleros y recibirán la parte que les corresponda de la venta de semilla originaly las resiembras de productores
3) Productores de más de 70 ha. Toda la ley debe estar pensada para que tengan a disposición un flujo continuo de nuevas y mejores semillas, a un costo razonable, que les favorezca mejorar su rentabilidad. Pero a su vez con la compra de semillas y las regalías son los que financian el sistema
4) Productores de menos de 70 ha. Para evitar problemas políticos, podrán resembrar la variedad que compran con solo una limitación de tiempo.
5) Semilleros multiplicadores. Además de actuar en conjunto con los semilleros criaderos, son los que van a poder multiplicar las variedades con protección vencida. El INASE deberá garantizarles el acceso a este material.
6) INASE. Es el Director del circo y representa el interés nacional. Va a aprobar cada nueva variedad, regular el valor de las regalías, hacer las inspecciones y análisis para garantizar que todos cumplan con la ley, preservar o hacer preservar el germoplasma vencido, etc. Tiene que tener representantes del Estado, de la industria semillera y de los productores en su directorio.
7) INTA. Va a recibir dinero de los productores(vía las regalías) para financiar un plan de mejoramiento de soja y otro de trigo, al menos. Es fundamental garantizar cabalmente que la
Argentina tenga germoplasma propio de los cultivos de autógamas que constituyen la base delas exportaciones o el consumo. Probablemente lleve casi una década para que pueda financiarse de sus propias facturaciones, habrá que tenerle paciencia.
Enfatizo que se debe lograr un ambiente de encarnizada competencia y que incentive a ofrecer lo antes posible las mayores mejoras en performance para superar competidores, y las propias variedades viejas.
Estas son mis ideas al respecto, hace más de 30 años que estoy relacionado con el mundo de las semillas, desde todos los lados del mostrador, y solo me motiva preservar los intereses del país, de los productores, de los técnicos y de los que realizan la tarea de mejorar la genética de los cultivos y multiplicar la semilla para hacerla accesible a los que producen.
jueves, julio 07, 2016
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